El club de una concejala de O Porriño que apoyó el presupuesto recibe 45.000 euros

alejandro martínez O PORRIÑO / LA VOZ

O PORRIÑO

Preside un equipo de baloncesto en silla de ruedas que no compite en ninguna liga

05 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El gobierno de O Porriño subvenciona con 45.000 euros a la asociación que preside una concejala cuyo voto permitió aprobar el presupuesto. Sabela Landín pertenece al grupo mixto y condicionó su apoyo al plan de gastos e ingresos de la coalición PSOE-UDDL a la concesión de esta ayuda. El proyecto contemplaba en un primer borrador una transferencia de 30.000 euros para su club y la concejala presentó una enmienda reclamando que se añadiesen otros 15.000 para gastos de gestión, que le fueron concedidos. El voto de Landín fue imprescindible para aprobar las cuentas municipales, dado que el gobierno está en minoría y tuvo que negociar con la oposición.

La corporación aprobará definitivamente su proyecto económico en una sesión ordinaria convocada para el lunes, después de rechazar las alegaciones que fueron formuladas. Precisamente, un particular lo impugnó en desacuerdo, entre otras cuestiones, con la subvención concedida a la concejala del grupo mixto.

La asociación en cuestión es Bacaropo Club de Baloncesto en Silla de Ruedas. Sus miembros no están federados ni compiten en ninguna liga y apenas tienen base social en el Ayuntamiento. La secretaria de la asociación es hija de la concejala, el tesorero es su pareja y los vocales son también allegados.

Sabela Landín defendió ayer a su club, en el que tiene a un hijo jugando, y el importe adjudicado. Dijo que realizan sesiones de entrenamiento de dos horas durante dos días a la semana en el colegio Ribeira de Torneiros. El motivo de entrenar ahí es que el pabellón municipal de O Porriño carece de baños adaptados ni almacén para guardar el material. Afirma que el club lo forman 17 personas, si bien no todas acuden a los entrenamientos porque sus trabajos no se lo permiten. Reconoce que en una jornada normal acuden cinco personas a entrenar. También informa que desarrollan unas escuelas deportivas de iniciación todos los sábados. Las actividades están abiertas a niños y no solo con movilidad reducida, sino también con otro tipo de circunstancias personales.

Importe ajustado

Sabela Landín también considera que el importe de 45.000 euros es ajustado. Dice que la asociación destinará el dinero a la compra de sillas de ruedas especiales para poder competir en las cancha. Cuestan 3.000 euros como mínimo cada una. Actualmente cuentan con siete. Cuatro las donó la propia concejala, dos la puso la entrenadora y otra pertenece a un jugador. La presidenta de la asociación afirma que, una vez que puedan estrenar, las sillas empezarán a participar en competiciones. «Nuestra idea es comenzar a competir desde el nivel más bajo», declaró.

Para Sabela Landín, el objetivo de esta asociación es «visibilizar la diversidad funcional, llevar a cabo una actividad física y una labor de socialización». La asociación comenzó sus actividades en octubre del año pasado y recibe la misma ayuda del Concello que otras organizaciones deportivas muy asentadas en el municipio. Por ejemplo, el club deportivo de Atios, con 300 fichas federativas y en categoría preferente, también tiene consignada una ayuda de 45.000 euros en los presupuestos de este año. El Pontellas, con unos 200 socios, recibe 40.000. Ninguna asociación cultural recibe tanto dinero de las arcas municipales. La que más ingresa es la de Mosende, con 10.000, seguida de los Penediños, con 8.000.

La concesión de esta ayuda fue motivo de polémica con el BNG. Al portavoz nacionalista, Pedro Pereira, le pareció abultada la cantidad y pidió que se rebajara hasta los 20.000 euros. Entonces Landín reaccionó acusando a su antiguo compañero de grupo de discriminar al colectivo de personas con diversidad funcional.

Sabela Landín negó que el apoyo económico a su club fuese una condición exclusiva para aprobar el presupuesto porriñés, puesto que también planteó otras enmiendas, como la apertura de un aula de la UNED en el municipio o el apoyo a una asociación que organiza excursiones a la nieve para niños de quinto y sexto de primaria.

La concejala formaba parte del equipo municipal del BNG, pero este grupo político le pidió que renunciara a su acta de concejala al tener constancia de que actuaba a sus espaldas colaborando con el equipo de gobierno. En lugar de dimitir, Sabela Landín se pasó al grupo mixto criticando que le echaron por realizar un trabajo que no sabían hacer sus compañeros.

«Sigo siendo una concejala independiente, sin afiliación política y dispuesta a colaborar con todos los grupos que estén por la convivencia. La relación que tengo tanto con el PSOE como EU-Son y las mareas son de trabajo y de entendimiento», manifestó ayer la edil.