O Porriño reserva 350.000 euros para llevar agua potable al barrio contaminado por el lindano

Monica Torres
m.torres O PORRIÑO / LA VOZ

O PORRIÑO

M.MORALEJO

La ampliación del abastecimiento se hará por vía de urgencia

21 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El gobierno local de O Porriño acometerá por vía de urgencia el proyecto para ampliar la red de abastecimiento de agua en la conocida como zona cero del espacio contaminado por lindano en Torneiros. Se trata de la carretera del barrio de Contrasto y el objetivo es asegurar la calidad del agua de todos los vecinos. «La prioridad es ampliar la red para que todas las viviendas se puedan abastecer con el agua de la traída municipal y así garantizar la calidad, evitando también los pozos de captación», indicó la regidora porriñesa.

El proyecto del gobierno municipal prevé una inversión que ronda los 350.000 euros y el martes se presentará a los técnicos de la Xunta, encargados de dar el visto bueno definitivo al mismo para que pueda ponerse en marcha.

Así lo avanzó ayer la regidora, Eva García de la Torre, tras la reunión que mantuvo con técnicos de la Xunta y representantes de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil para conocer de cerca el plan que la administración autonómica está redactando de forma paralela con la intención de poder erradicar el compuesto químico tóxico esparcido hace más de cincuenta años en esta zona del municipio.

Para conocer el de la Xunta habrá que esperar a finales de mayo. Para esas fechas, avanzó la alcaldesa, está previsto que los responsables del mismo lo presenten en O Porriño a los propios vecinos con la hoja de ruta. La prioridad es erradicar este pesticida tóxico que ha contaminado el suelo y ha provocado también filtraciones en los manantiales subterráneos y superficiales de la zona.

El proyecto de la Xunta, indicó la alcaldesa, prevé reabrir de nuevo la zanja de la carretera del barrio de Contrasto en el que se descubrieron grandes cantidades de lindano hace unos días durante unas obras de instalación de tuberías de saneamiento. Los trabajos ya se habían tenido que interrumpir en verano por la aparición de este residuo y esta vez se centraban en la zona alta, libre de este agente cancerígeno. Sin embargo se abrió por error una zona que no se debía tocar y el olor a pesticida volvió a inundar todo el barrio.

«En el proyecto de descontaminación se prevé reabrir la zanja en la que se detectó que había los depósitos de lindano y extraerlos. Así, se limpiarán también los acuíferos», trasladó Eva García de la Torre.