«Vivimos sobre un vertedero tóxico y las personas y los pisos se deshacen»

alejandro martínez O PORRIÑO / LA VOZ

O PORRIÑO

Alejandro Martínez

Vecinos de Torneiros comprueban con sus medios que sufren contaminación

21 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La exposición de Torneiros al lindano es algo que conoce muy bien Ivana María Castaño Iglesias. Rodeada de personas enfermas en el barrio, un día se le ocurrió tomar muestras para llevarlas a analizar. Cogió una pala y dos frascos y empezó a cavar la tierra a ambos lados del edificio en el que viven sus padres, en la fase tres del polígono de viviendas sociales. Los análisis que efectuó un laboratorio farmacéutico y que ella misma pagó de su bolsillo arrojaron un resultado de 281 microgramos de pesticidas por kilo de tierra, una cifra que debería ser cero un en entorno habitado.

Eso fue en el año 2011, pero la situación sigue igual desde entonces. Ivana María se puso en contacto con las administraciones, pero no consiguió nada.

Tras la alarma sanitaria que ha vuelto a surgir en O Porriño cuando el lindano apareció en Contrasto, vuelve a sacar a colación los resultados de sus análisis. Ella está convencida de que la mayor parte de los problemas de salud que sufren sus vecinos están directamente relacionados con la exposición a este residuo tóxico. «Tengo una sentencia donde se reconoce que las viviendas se dieron con problemas estructurales. Estos edificios en concreto están levantados encima de un vertedero de residuos tóxicos, y tanto los pisos como las personas se deshacen», asegura.

Sus padres tienen cáncer, sus hijos son discapacitados y ella con 42 años ya está jubilada por una minusvalía. Sus hermanas y sus primos también están pendientes de una pensión. «Empecé a sospechar en el año 2009 que algo pasaba. Veía que mis vecinos se estaban quedando como locos, atontados y entonces llevé a analizar la tierra», afirma. Cree que la exposición al lindano se ha efectuado por inhalación y también por contacto. La culpa la tiene el hecho de que el inmueble donde viven sus padres fue levantado sobre un terreno pantanoso. El agua se ha filtrado muchas veces a los trasteros ubicados en el sótano. Con frecuencia se ha inundado con fugas del alcantarillado. «Mi padre sacó el agua con calderos y se cogió una leucemia por contacto», dice.

Su caso es una muestra de la preocupación que hay en Torneiros por los residuos de lindano. Según un informe de Ecologistas en Acción, entre los años 1947 y 1964, la compañía Zeltia fabricó lindano y otros pesticidas como DDT en su planta situada en esta localidad. Se estima que más de 1.000 toneladas de residuos generados en esta fábrica fueron vertidas en la zona y otros puntos de la comarca. En los terrenos donde se encontraba la fábrica se construyeron viviendas de protección oficial en 1975, tan solo once años después de su cierre, sin que se llevara a cabo una adecuada contaminación de la zona que luego fue habitada.

El pesticida cancerígeno por el que se conoce a una calle de Torneiros

Para los vecinos de la fase 3 de Torneiros ya es el colmo que a su calle se la conozca vulgarmente como la del lindano. Hasta tal punto ha llegado ya la identificación del pesticida tóxico con el lugar. Peor les sienta verlo escrito en alguna notificación y por eso muchos se quedaron a cuadros cuando, a raíz del inicio de unas obras de asfaltado, la empresa adjudicataria les pidió que retirasen los vehículos de la «calle Lindano». El pesticida cancerígeno también da nombre al área de esparcimiento de Torneiros. Ecologistas en Acción ha pedido la clausura total del parque del lindano por el riesgo que puede entrañar para la salud la exposición de los usuarios al residuo.

Los afectados piden la descontaminación de toda la zona para vivir sin temor a enfermedades.