El Reggaeton Beach Festival convierte Porto do Molle en un paraíso del baile
15 ago 2022 . Actualizado a las 23:16 h.El Reggaeton Beach Festival (RBF) dio el pistoletazo de salida a las 12.00 horas. Polígono de Porto do Molle, Nigrán. Cerca de 25.000 personas, en su gran mayoría jóvenes, se reunieron ayer en el arranque del «mayor urban beach festival de Europa». Así lo vende la propia organización en su página oficial.
El acceso restringido de comida y bebida ya había provocado muchas quejas en anteriores ediciones, así que esta vez fueron algo más generosos: solo dejaban introducir una pieza de fruta y un sándwich o snack cerrado por persona. Insignificante para las doce horas que duró el festival. De esta forma se obligó a los festivaleros que compraron la entrada más barata —sin posibilidad de salir del recinto y volver a acceder a él— a pagar 20 euros más. «¡20 euros para poder dejar mi comida y mi bebida en el coche y salir cuando quiera1», se lamentaba Sara Estévez, una de las asistentes al RBF de Nigrán.
El día amaneció con niebla y temperaturas, pero el cielo se fue abriendo a medida que se caldeaba el ambiente. Porto do Molle convertido en el paraíso del perreo. No hubo excusa para dejar bailar y que la gente sacara sus bañadores y disfrutara de un tobogán hinchable acuático de quince metros, a pesar de que la sequía se cargó las piscinas.
Para esta experiencia de pura desconexión, el público fue preparado de casa. Los asistentes lucieron sus mejores outfits festivaleros. Por supuesto, para tomarse un número abundante de fotos y luego publicarlas en las redes sociales. No podían faltar tampoco el brillo y las purpurinas, accesorios que se han convertido en imprescindibles de las citas musicales del verano.
El primer artista que abrió el escenario fue el joven Jeipy, que como el resto de protagonistas del día vino de América para hacer vibrar a los presentes, que tras dos años de pandemia esperaban la cita con ansia. A lo largo de la tarde, y después de la actuación del colombiano, fueron apareciendo otros intérpretes que oscilan entre diferentes géneros callejeros. Boza y Dalez desde el mundo del dancehall, Bryant Myers como especialista en fusionar trap y reguetón. Todos atraparon al público. Pero la actuación más esperada, sin duda, llegó a las 21.00 de la noche de la mano del veterano Nicky Jam. Desde la primera hasta la última canción, el público se entregó gritando y bailando temas conocidos como El Perdón o Hasta el Amanecer. Justin Quiles puso el toque final a una velada que tendrá su continuación hoy. El cantante estadounidense hizo que el público se volviera en el último concierto del día «loco», como canta en uno de sus temas más populares.