La isla de Nigrán que en cinco años ha salvado a 300 animales abandonados

Monica Torres
mónica torres BAIONA / LA VOZ

NIGRÁN

Óscar Vázquez

«Somos una familia interespecie», asegura la joven Natalia Rodríguez, Tali

21 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La yegua que le regaló su tío en la primera comunión despertó su vocación por los animales. Otra yegua, la primera que rescató ella justo cuando iba a entrar al matadero, la hizo vegetariana seis años después y el cambio de dos cerdos vietnamitas que iban a correr la misma suerte por una botella de licor café fueron solo los preliminares. En cinco años, Natalia Rodríguez, fundadora de la isla de Tali, ha dado refugio a más de 300 animales en la desembocadura del Miñor. Ahora mismo tiene un centenar en este pequeño enclave de Nigrán, donde todos conviven en paz y armonía con Lúa, Chiquita, Margaret y Pancho, las dos yeguas y los dos cerdos que inauguraron su particular arca de Noé.

«Nunca tuve mascotas, solo una familia de muchas especies diferentes», explica esta joven de 21 años que compatibiliza el cuidado de todos los animales con sus estudios de magisterio y auxiliar de veterinaria, «gracias al apoyo incondicional de mis padres».

«Yo acojo a todo tipo de animales, siempre que tenga conocimientos y posibilidad de asegurar su calidad de vida en libertad», asegura.

En su familia hay más de quince especies además de la humana, «y todos se llevan de maravilla». Sostiene que no hay favoritos, aunque confiesa su devoción por las yeguas, «porque con Lúa y Chiquita, aprendí todos los valores que tengo».

Tras cinco años de aventurados rescates no piensa en otro futuro que «con ellos». «Quiero dedicarme a ser profesora de educación especial, compaginándolo siempre con los animales», dice. Como siempre que se vive con pasión y una veteranía que equilibra su juventud, Tali estira las horas del día para llegar la primera a la isla e irse la última, pero hace un llamamiento para reclutar voluntarios. «No necesitan experiencia, solo ganas de ayudar los lunes o viernes», explica. Se ofrece incorporación inmediata porque, aunque las mascotas ya son miembros de la familia por ley en España, no se han frenado los abandonos por vacaciones.

Oscar Vázquez

«Ha empezado la temporada alta de envenenamientos y abandonos. Todos los días tenemos casos, pero a los que no podemos atender, los derivamos a otros centros», confirmó ayer la joven tras morirse en sus brazos un gato que recogió el martes en Praia América y que había sido envenenado y recibir a los dos perros de una pareja que los encontró en la calle hace unas semanas y que cuidó hasta que tuvo que irse de viaje ayer. «El abandono de perros tras el confinamiento se disparó. Te dicen que los acogieron para hacerles compañía y que ahora ya no tienen tiempo para ellos», indica asombrada con la especie humana. Tiene en adopción ocho cachorros, cuatro perros adultos, trece gatos, quince cobayas, cuatro hámsters y siete jerbos, y necesita manos. Además del voluntariado, se puede colaborar económicamente comprando los productos, para animales, algunos donados otros de segunda mano que tienen a la venta. También hay calendarios o llaveros personalizados y cualquiera se puede hacer socio con una donación mensual mínima de 5 euros escribiendo a laisladetali.org y seguir toda su actualidad en las redes sociales como laisladetali. El tiempo lo multiplica, pero el dinero no, y tan solo los gastos de veterinario a la semana rondan los 300 euros.

Oscar Vázquez