La geografía gallega ofrece puestas de sol en su máximo esplendor

Adrián Vázquez

Los rincones y lugares recónditos que Galicia ostenta a lo largo de todo su territorio ofrecen la posibilidad de experimentar la marcha del sol de una manera singular y deslumbrante. Ventanas abiertas de par en par en dirección al astro rey. La indiscutible belleza del fulgor que ofrece el sol es conjugada con el mar y las montañas en un paisaje característico de la región que favorece el disfrute de la experiencia.

Estas cualidades convierten a Galicia en uno de los mejores lugares del mundo para experimentar este fenómeno natural. Si bien es cierto que no hay dos ocasos iguales y que la belleza es subjetiva, la situación geográfica apoya esta afirmación. La tierra de los acantilados y la costa escarpada es el balcón del país al atlántico y uno de los lugares más occidentales de todo el continente. La gran presencia del mar en la comunidad acentúa los colores y el brillo característico de los ocasos y favorece encontrar un horizonte despejado, condición fundamental para el goce de este fenómeno. Al margen de la plasticidad del paisaje, cualquier lugar puede ser bueno para vivir una experiencia que, cumpliendo las normas, es completamente seguro.

Monteferro, Nigrán

M.MORALEJO

El fulgor del cielo del Val Miñor. Un gaiteiro se encarga de poner la banda sonora a la magnífica postal que ofrece la puesta del sol en Nigrán. Una ventana abierta a la inmensidad marina de Galicia y a la belleza de las Rías Baixas.

Monte de San Lois, Noia

MARCOS CREO

Un mirador al paraíso. Hay bancos y bancos. Una vista inmejorable enmarcada en un entorno idílico. La puesto de sol colmata lo que ya ofrece por si solo el Monte de San Lois, situado a 363 metros de altura.

Noalla, Sanxenxo

CARMEN SOLLA

O columpio de Punta Faxilda. Un lugar especial para la observación del océano y de las islas pertenecientes al Parque Nacional das Illas Atlánticas. La puesta de sol del lugar más septentrional de Sanxenxo.

Isla de Cortegada, Ría de Arousa

MARTINA MISER

Un balcón a la isla de los laureles. Esta isla situada en Vilagarcía de Arousa acoge mayor bosque de laurel de toda Europa. Una brillante puesta de sol hacia un lugar único.

Caión, A Laracha

BASILIO BELLO

El atlántico en su máximo esplendor. La playa del marinero municipio de Caión es perfecta para realizar deportes acuáticos mientras se vislumbra la marcha del sol. Una inmensa ventana al océano atlántico.

Viveiro

PEPA LOSADA

Atardecer en la ría desde las alturas. La ciudad lucense es una de las zonas predilectas para disfrutar del ocaso. Desde lo más alto, el reflejo de la ría permite vivir una experiencia emocionante.

O Porto, Lugo

MARCOS LOPEZ ALONSO

La belleza del interior. Sin el aliciente que aportan las vistas al mar y la costa, la puesta del sol en muchos lugares del interior de Galicia mantienen un encanto digno de experimentar. O Porto es uno de esos lugares.

Playa das Furnas, Porto do Son

CARMELA QUEIJEIRO

Un reflejo en aguas cristalinas. Una puesta de sol en un entorno virgen. Una playa de arena fina abrazada por la braveza del mar. Pozos de agua cristalina y color turquesa y piscinas naturales. Un lujo.