«Estoy desamparada, el que me pegó vive al lado de mi casa y no tiene orden de alejamiento»

Pilar Costas, una vecina de Nigrán, lleva cuatro días ingresada en el Hospital Povisa después de haber recibido una paliza y teme volver hoy a su casa cuando le den el alta porque el detenido por estos hechos reside en la vivienda contigua y no tiene una orden de alejamiento.

La Guardia Civil detuvo al hombre el sábado y el juzgado de guardia lo puso en libertad con cargos investigado por un presunto delito de lesiones. «Tengo mucho miedo por mí y por mis nietas y me siento desamparada porque no le hayan puesto una orden de alejamiento», comentaba ayer.

Decenas de vecinos de Camos se han solidarizado con ella y han protagonizado concentraciones de apoyo, tanto en el barrio de A Cruz, donde reside, como en los jugados cuando el investigado pasó a disposición judicial.

Los hechos sucedieron el viernes por la tarde. Pilar cuenta que salió de su casa y lo vio discutiendo en el portal de su hermana discutiendo con su cuñado. «Nunca pensé que me fuera a pegar, por eso no escapé, creí que vendría a reñir como siempre, pero por lo menos me dio diez o doce puñetazos», afirma. Producto de los golpes, la mujer sufrió la rotura del tabique nasal y un pómulo y es posible que tenga que pasar por un quirófano.

La persona que fue detenida en relación con estos hechos es su primo, con el que tiene una mala relación previa por una disputa a propósito del camino que separa ambas viviendas, fruto de una misma herencia de los padres.

Hoy intentará gestionar una orden de alejamiento para poder vivir tranquila en su casa. «Tengo un miedo horroroso. Nunca pensé que me llegara a pasar esto. Con tan solo ir a echar la basura ya me voy a quedar bloqueada», comentaba ayer.

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