La última aventura profesional de Diego García, el concejal más joven de Nigrán, fue cruzar los Alpes para ver cómo respondía un todoterreno en la nieve
23 ago 2016 . Actualizado a las 20:57 h.Con solo 3 años memorizaba los modelos y marcas de todos los coches que veía, con 17 se sacó la teórica y tres días después de cumplir los 18 aprobó el práctico. Desde que tiene carné, y de eso hace solo ocho años, Diego García Moreira ha pilotado más de trescientos coches. El mérito es mayor porque también ha conseguido no tener ninguno vehículo en propiedad. Todos los cochazos, superdeportivos y todoterrenos que prueba por medio mundo son de las multinacionales que los fabrican.
Diego García Moreira es periodista del motor, trabajo que de forma coloquial se conoce como probador de coches. Es uno de esos puestos que permiten ganarse la vida de una forma que muchos envidiarían. Pero él mismo decidió aparcarlo voluntariamente para emplearse en su otra vocación: en junio del año pasado dio el salto a la política y se convirtió en el concejal electo más joven de la corporación de Nigrán, con 24 primaveras. Desde entonces, está dedicado en exclusiva a sus labores al frente de los departamentos de Urbanismo, Personal, Medio Ambiente y, por supuesto, Movilidad.
Lo de probar coches ha quedado relegado a fines de semanas libres o vacaciones, «como hobby y sin remuneración», confirma a bordo del Jeep que testó el fin de semana pasado.
Diego es licenciado en Derecho Económico Empresarial. A la vez que sacaba el carné de conducir se dio de alta como autónomo. Su carrera universitaria y sobre el asfalto fueron a la par. Se autofinanció parte de los estudios como periodista freelance. Empezó siendo editor del medio Highmotor.com, llegando a convertirse en el jefe de pruebas de motor de la misma y colaborando en distintas productoras y radios. Ahora elige los coches que quiere testar.
«Dos veces al año cruzaba Europa conduciendo. En marzo del año pasado crucé los Alpes para hacer una prueba de nieve, para ver cómo respondía un todoterreno, recorriendo 4.800 kilómetros en quince días», explica. Fue su última gran aventura al volante fuera de Nigrán antes de volcarse en su trabajo como edil del gobierno municipal. «Es mucho más difícil ser concejal, sin lugar a dudas, porque hablamos de personas, no de máquinas», tiene claro el jovencísimo edil.
No oculta la satisfacción de poder vivir de su pasión haciendo de su afición desde la niñez su trabajo. «Pero ser probador de coches no es solo conducir, hay que evaluar el vehículo en su conjunto», aclara. Indica que «hay que conocer bien el coche, pero también fijarse en los acabados interiores, en cómo se comporta en carretera, en los ruidos, la accesibilidad, las sensaciones... Y también, y cada vez más, hay que saber de tecnología». «Nuestro labor consiste es informar sobre las especificaciones de cada vehículo, la gente nos toma como referencia y no conoces un coche hasta que no lo vives». Acude en primera persona a los grandes cambios de la tecnología. «Ahora vivimos en la era de los asistentes a la conducción pero los coches autónomos no van a sustituir nunca la conducción ni la supervisión humana», vaticina.