«Chicos de 14 a 17 años se están iniciando en la marihuana»

E. V. PITA VIGO / LA VOZ

NIGRÁN

Carmen Avendaño alerta de que la juventud del barrio de Coia corre el riesgo de caer en la droga como en los años 80

28 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Asociaciones de ayuda al toxicómano como Érguete han detectado un repunte del consumo de marihuana por parte de adolescentes y eso le ha generado «preocupación» por temor a que otra generación quede enganchada a la droga como en los años 80.

«Estamos empezando a notar el consumo de marihuana en chicos y chicas de 14 a 17 años en zonas concretas como el barrio de Coia, Nigrán o el Calvario. Ahora fuman porros, antes los llamados tirabolos. Y esto nos preocupa porque la marihuana es el primer escalón del consumo y empezamos a ver un nuevo repunte como en los años 80, nos da la sensación de que volvemos a tiempos pasados», dice la presidenta de la Fundación Érguete, Carmen Avendaño.

Esta oenegé se ha movilizado para frenar este incipiente consumo de drogas entre las pandillas de adolescentes. «Lo positivo es que los padres ven la situación y las familias hablan con estos jóvenes, nosotros los ponemos en contactos con otros valores, tenemos esperanza en que los programas de concienciación funciones», añade Avendaño.

Esta experta que luchó, junto a otras valientes madres, contra los narcotraficantes en los años 80 cree que, esta vez, la droga no podrá hacer tantos estragos como hace 30 años. «Las políticas preventivas no se pueden abandonar porque cada diez años surge una nueva generación de jóvenes y hablamos con ellos para hacerles entender las consecuencias de consumir. Si no lo atajamos entran en una dinámica de probar la cocaína y otras sustancias, se vuelve a reiniciar el ciclo y se vuelve más complicado desengancharlos», dice la activista.

El perfil de adolescente consumidor de marihuna sería el miembro de una pandilla de barrio. Avendaño pone como ejemplo a la banda de los Chukis que actuaba en el entorno de la discoteca Ramallosa 2000 de Nigrán. «El consumo de droga no va a tener unas consecuencias tan dramáticas como en los años 80 porque hay gente preparada, psicólogos o educadores, que pueden realizar políticas preventivas. Por ejemplo, les hablan a los chavales y chavalas de la gente joven como ella que murió en Vigo en los 80. Al contar con más experiencia en los barrios, tenemos esperanzas», añade.

En los años 80, el barrio de Coia fue uno de los más castigados por la drogadicción y a Avendaño le llama la atención que el consumo vuelva a resurgir en la misma zona.