La única uci marina gallega está en peligro por falta de apoyos

m.t. NIGRÁN / LA VOZ

NIGRÁN

La tortuga mutilada estaba en Beo
La tortuga mutilada estaba en Beo

En las instalaciones de Nigrán intentan salvar la vida de una tortuga y una foca

25 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Camelle y Beo luchan por su vida en la uci de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma), en Nigrán. Los dos compañeros del servicio de cuidados intensivos son una foca y una tortuga, bautizadas con el nombre del lugar en el que fueron recogidas el pasado domingo. Cemma, que a día de hoy es la encargada de la red de varamientos de toda Galicia, afronta con medios propios todo el proceso.

La propia coordinadora advierte del riesgo de desaparición de la red de varamientos por falta de fondos. No han recibido un euro de la Xunta este ejercicio y el respaldo principal, que llega desde Portugal, también ha mermado. En los años anteriores los convenios y servicios suscritos con la Dirección Xeral de Conservación de la Naturaleza cubrían la mayor parte de los gastos de la Red de Varamientos, que incluye las ucis de fauna marina. En los dos últimos años esa aportación oficial no cubrió más que el 40% de los gastos y la Universidad portuguesa de Aveiro y la So ciedad Portuguesa para la Vida Salvaje apoyaron el resto de los gastos. «Lamentablemente esta situación es insostenible y no podremos resistir con nuestros propios y exiguos medios mucho más de unos meses», confirma el biólogo, Alfredo López. A día de hoy solo tienen las autorizaciones que les permiten el manejo a la fauna y ningún apoyo económico por parte de la administración. Afrontan solos unos costes anuales que oscilan entre los 50 y los 75.000 euros, con dos unidades operativas y tres profesionales a tiempo parcial.

Luchan por su propia supervivencia y por la de sus pacientes. «La tortuga es muy pequeña, tiene 25 centímetros de longitud y una aleta amputada, el tratamiento es hidratación y mantenimiento de la temperatura del agua a 22 grados, para tratar de que recobre sus constantes vitales mínimas, pero su pronóstico es muy grave», advierte el experto.

La foca, explica, «presenta laceraciones abiertas en diferentes partes del cuerpo, una lesión grave en un ojo con pérdida de visión y afección pulmonar y digestiva leve». Su pronóstico es aún crítico. «El tratamiento es de hidratación, curas de las heridas y ojo y alimentación forzada de momento no tiene aún una reacción positiva», informa.

La Red de Varamientos de Galicia que ahora puede desaparecer ha permitido rescatar a más de 5.500 ejemplares en los últimos 25 años.