Las gamelas volverán a Nigrán

alejandro martínez NIGRÁN/LA VOZ

NIGRÁN

El Instituto de Estudios Miñoranos recupera embarcaciones tradicionales

03 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Fueron las embarcaciones típicas hasta la anterior generación de pescadores, pero hoy en día los marineros ya no las usan. Las gamelas «de 20 cuartas» han pasado al olvido debido a los nuevos materiales como el poliéster, más ligeros y de menores necesidades de mantenimiento como requerían las antiguas de madera. Pero un grupo de vecinos de O Val Miñor, preocupados por que no se pierdan las costumbres tradicionales de la comarca, se han propuesto rescatarlas del abandono y volver a ponerlas en valor. Saben que los marineros no las volverán a usar para faenar, pero al menos les gustaría recuperar un buen número de ellas para fomentar su uso desde un punto de vista recreativo y para la pesca deportiva.

Forman la sección marítima del Instituto de Estudios Miñoranos (IEM), el antiguo club marisma de A Ramallosa. Actualmente están restaurando una de estas gamelas, cedida por un pescador que ya no la utiliza y lo están haciendo al más puro estilo tradicional.

Como le faltaba el mástil, lo han conseguido como lo hacían sus abuelos, es decir, talando un pino recto de Monteferro y enterrándolo durante meses en la arena, eligiendo para ello un día de luna menguante.

Los miembros del colectivo acudieron esta semana a la playa de Portocelo para comprobar el resultado. Enterraron a más de dos metros y medio de profundidad varios troncos el pasado mes de noviembre. Pero la marea acabó desenterrándolos y solo pudieron recuperar uno de ellos, que de momento les vale para seguir su trabajo. El director de la sección marítima, José Manuel Rodríguez Crespo, explica que esta es una forma económica que se usaba antiguamente para tratar la madera y hacerla resistente a las condiciones meteorológicas más adversas. Bajo la arena, el salitre va consumiendo la resina y el palo se hace más resistente a la humedad.

Una vez recuperado, lo depositaron en su sede del faro nuevo de Panxón, donde tendrá que secarse durante unos días para que la corteza vaya desprendiéndose por sí sola antes de poderla colocar en la gamela.

La nave estuvo amarrada en la marisma de A Ramallosa, pero ayer la llevaron a tierra para continuar con los trabajos de restauración. La gamela de 20 cuartas mide alrededor de 7 metros, más grande de lo habitual, y permitía a los pescadores salir fuera de las islas Cíes.