200 vecinos de Mos y Redondela no han solicitado aún aislar sus casas del ruido de Peinador

María Jesús Fuente Decimavilla
maría j. fuente MOS / LA VOZ

MOS

Oscar Vázquez

El censo de viviendas con derecho a insonorizar es de 506 y hay 306 peticiones

09 mar 2021 . Actualizado a las 02:22 h.

Del censo de medio millar de casas de Mos y Redondela afectadas por el ruido que produce el aeropuerto de Peinador aún hay doscientos propietarios que no han solicitado la insonorización a Aena. Las ayudas solo incluyen las viviendas que ya estaban construidas cuando se levantó el aeródromo.

Desde que se iniciaron este tipo de actuaciones hasta febrero de este año se presentaron 306 solicitudes de estos dos concellos, de las que 201 corresponden a Mos y 105 a Redondela. Un total de 250 ya se han aislado o están en ejecución (164 en Mos y 86 en Redondela). Las 56 restantes se encuentran en fase de proyecto o de medición e informe previo.

El ritmo de las actuaciones viene dado por la evolución de las solicitudes que se reciben, ya que para acometer el aislamiento de las viviendas es imprescindible cursar la petición. Hasta el 25 de febrero se llevan insonorizados 229 inmuebles y se actúa en otros 21.

Las actuaciones consisten principalmente en la mejora del aislamiento acústico de los inmuebles. En concreto, inciden en los cierres de los huecos de las fachadas, bien mediante un doblado de las carpinterías o por sustitución de las existentes. El material utilizado tiene alta capacidad de impermeabilidad a la propagación del aire, con carpintería clasificada C-4 que permite el cumplimiento de los objetivos de calidad acústica legalmente establecidos.

Las actuaciones del pasado año se vieron afectadas por el estado de alarma como consecuencia de la pandemia. Lo que no tuvo incidencia en las insonorizaciones fue la drástica disminución del tráfico aéreo, aunque mejoró la calidad de vida de los afectados, quienes en el último año apenas han sentido contaminación acústica procedente del aeropuerto. Esta situación irregular motivó el descenso de las actuaciones del 2020, que se quedaron en trece, frente a las 67 del año anterior. La cifra más baja del último lustro se registró en el 2017 con solo seis insonorizaciones, mientras que la más elevada tuvo lugar en el 2016 con 91. Hasta ahora las actuaciones realizadas por Aena en este plan superan los 3,3 millones de euros.

«Yo cuidaba ganado donde está el aeropuerto»

Nadie mejor que Álvaro Bargiela conoce los detalles de Peinador, el horario de despegues y aterrizajes y los tipos de vuelos, comerciales o de mercancías. A sus 86 años da fe con una memoria prodigiosa de todas las circunstancias que han rodeado al aeródromo vigués desde su creación, incluida la expropiación de los terrenos. «Cuando vinieron los primeros aviones era un chiste, iba la gente a mirarlos como si fuera una atracción. Después ya se dejó de ir, pero ahora está muerto con el coronavirus, hay dos aviones o así, parece que empezó uno a Barcelona, aunque es cada ocho días; antes, sin embargo, había vuelos cada media hora», explica.

 Él no puede solicitar el aislamiento de su casa porque la construyó en los años sesenta, casi una década después de la apertura del aeropuerto, aunque admite que a su vivienda le afecta mucho menos el ruido que a la de su hijo, situada también en el entorno. «Los que más ruido hacían eran unos aviones de carga cuando descendían de noche; ahora ya no vienen, dicen que van a Vitoria y que algunos llevan pescado», apunta el vecino.

«Yo me crie casi en el aeropuerto, antes viví en otra casa aún más cercana a Peinador y con siete años andaba cuidando el ganado donde ahora está el aeropuerto, entonces había mucha miseria; en la actualidad ya no hay ganado ni se trabajan los campos, es otro tipo de vida», comenta.

No recuerda haberse llevado nunca un susto por algún altercado registrado en el aeropuerto. Alude solo a «un pequeño accidente» que se resolvió pronto y sin víctimas mortales.