Rosa vuelve a casa por Navidad

Monica Torres
mónica torres MOS / LA VOZ

MOS

Sus vecinos de Mos le regalan el hogar incendiado hace 13 meses

24 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Volver a casa por Navidad es más difícil para todos por la pandemia. Y aun más lo era para Rosa, una vecina de Mos que perdió la suya en noviembre del año pasado a causa de un voraz incendio que la destruyó mientras estaba ingresada en el hospital. Por eso su regreso es especialmente deseado y valorado por las decenas de vecinos que hicieron una piña tras el siniestro y se comprometieron a levantar un hogar para ella.

«Estoy en shock porque no soy capaz de asimilar todo lo que han hecho por mí», explicaba ayer Rosa Groba tras recibir de manos de la alcaldesa, Nidia Arévalo, las llaves de su nueva casa. El hogar que han hecho entre todos sus vecinos en el mismo solar en el que las llamas arrasaron con todo lo que tenía y el entusiasmo con el que tanto ella como los contados representantes de este regalo que ayer la recibieron en su casa, son el vivo reflejo del espíritu navideño.

«Cuando le dijimos que íbamos a reconstruirle su casa, que estuviera tranquila, ella no se lo creía», recuerda Carmen. Ella es una de las vecinas que no dudó en ir casa por casa pidiendo para la causa. «La primera sorprendida fui yo porque todos quisieron ayudar y preguntaban qué más podían hacer», recuerda emocionada. Raimundo, que es un albañil jubilado, asumió la dirección de una obra que sufrió todos los imprevistos posibles. «Primero llovía mucho para empezar pero después con la pandemia y los cierres perimetrales, no podíamos juntarnos, o venir hasta aquí, o no podían traer los materiales», explica con la satisfacción del trabajo bien hecho y el deseo de reunir a todos los artífices de este proyecto solidario que ha devuelto a Rosa y a sus dos hijas al hogar en el que este año sí podrán cenar en Nochebuena. «Son las Navidades más especiales para mí, sin duda. Nunca imaginé que nadie pudiera hacer todo esto por nosotras», insistió Rosa, tan emocionada como su hermano José, que estuvo a pie de obra desde el minuto uno y que ayer se deshacía también en agradecimientos.

Detrás de este sueño están «todos, absolutamente todos los vecinos de la parroquia de Pereiras», insisten, aunque el covid les impedía reunirse ayer.

Esta cadena solidaria tuvo otros nombres propios que ayer recordaban en la nueva casa de Rosa, como el del ex párroco, Antonio Menduíña, la comunidad de montes, la asociación de vecinos A Nosa Terra, Cáritas y el Concello. «Todo el mundo ha colaborado. Esto es mucho mejor que la lotería porque su valor es infinito», agradecía Rosa a los presentes tras volver a abrir la puerta de su casa, trece meses después.