«La cultura del tren no se puede olvidar»

alejandro martínez MOS / LA VOZ

MOS

XOAN CARLOS GIL

Descendientes de ferroviarios organizan en el Pazo de Mos una exposición para homenajear a los trabajadores de Renfe

12 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La comarca de A Louriña siempre ha estado vinculada al tren. Las vías atraviesan su territorio de norte a sur conectando Galicia con la meseta y Portugal. La vida no sería la misma aquí si no fuera por este medio de transporte que durante décadas sirvió de sustento para numerosas familias. Una exposición que permanecerá abierta hasta el día 30 en el Pazo de Mos quiere rendir un homenaje a todos los trabajadores que han hecho posible que el tren sea un medio de transporte que ha marcado a esta comarca.

La promueven tres vecinos de Mos que tienen en común ser descendientes de ferroviarios. José Cabaleiro Romero, Nilsa González Solla y Óscar Carrera Vilaboa trabajaron durante los últimos cuatro meses para poder presentar esta muestra. Para ello, pidieron colaboración de varias entidades implicadas con la puesta en valor de la historia del tren y se vieron sorprendidos con la generosidad de su respuesta. Las asociaciones de amigos del ferrocarril de Vigo, de Monforte, de Ourense y Ferrol aportaron buena parte de las 250 piezas que componen esta muestra. También ha contado con el apoyo de la asociación de vecinos Santa Baia, la Fundación Pazo de Mos, el Concello y la Diputación.

Las traviesas que se apretaban a mano, los tornillos, los calibres de vía para hacerlo siempre a la misma distancia, sin olvidarse tampoco del botijo que estaba siempre a mano para refrescarse son algunos utensilios que están expuestos. También se puede comprobar cómo evolucionó la vestimenta de maquinistas e interventores o los frenos de las máquinas, desde las primitivas de vapor hasta los trenes de alta velocidad de la actualidad.

Dos máquinas expendedoras de billetes que se utilizaron en la estación de O Porriño son reliquias que se pueden apreciar durante esos días en el pazo de Mos. Avisadores, cambiadores de vía, faroles, componen también una gran cantidad de objetos cotidianos que hoy en día se han convertido en piezas de museo.

Fotografías

La muestra recopila también una colección de fotografías antiguas. Algunas dan cuenta de cómo Galicia se quedaba fuera de las infraestructuras ferroviarias. «A nosa orografía dificulta os trazados ferroviarios», explica Óscar Carrera. Otras imágenes fueron facilitadas por vecinos «e despertan a nostalxia da xente de agora», añade.

En algunas imágenes se cuentan anécdotas, como un lobo que apareció en el túnel de Os Valos, cuya construcción marcó un hito muy importante. Un operario que trabajaba en las obras se enfrentó a él y lo mató con una navaja, resultando ileso. Después trasladó el cuerpo sin vida del animal hasta Redondela.

Uno de los dos aspectos más vistosos son las maquetas de dos tramos ferroviarios, que se pondrán en movimiento coincidiendo con los horarios de visita. Uno representa la estación de tren de O Porriño y fue realizada por alumnos del IES Pino Manso. La otra es una réplica de la estación de Redondela y la curva de Rande, hecha con todo lujo de detalles por el Club N Agrupación Rías Baixas.

Escolares de todo el municipio visitarán esta exposición a lo largo de todo el mes. Lembranzas do Ferrocarril. Pasado, presente e futuro, es el título que lleva la muestra. «O futuro pasa por potenciar as cercanías. Necesitamos un tren no que poder ir a Tui, Redondela e retornar a unhas horas adecuadas. É unha demanda social», afima José Cabaleiro.

Las vías están infrautilizadas y solo se usan para el paso de convoyes de media y larga distancia. Antiguamente había más de diez pasos a nivel en A Louriña. El abuelo de José Cabaleiro era guarda agujas y su bisabuela guarda de paso. «Naqueles tempos, na casa dun ferroviario sempre había un salario, ainda que fora pequeniño», recuerda. A Louriña le debe mucho este medio de transporte. «A cultura do tren non se pode esquecer», afirman los organizadores de la exposición.

«La llegada del AVE está muy bien, pero el futuro también pasa por potenciar las cercanías»