Adiós de José Antonio Lorenzo a 40 años en la alcaldía: «Hay que ser listo y pegarse a los inteligentes»

Monica Torres
mónica torres MONDARIZ-BALNEARIO / LA VOZ

MONDARIZ-BALNEARIO

M.MORALEJO

El regidor de Mondariz-Balneario deja la política en las elecciones de mayo

20 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Su vida laboral comenzó como botones en el Gran Hotel, años antes de que las llamas lo devoraran el 23 de abril de 1973. La profesión de José Antonio Lorenzo fue después la de jefe de ventas y, aunque la política ha marcado la vida del decano de los alcaldes de la provincia, diez mayorías absolutas seguidas evidencian que lo de comercial lo lleva en el ADN. El Príncipe del Principado, como cariñosamente recuerda que lo apodó Alberto Núñez Feijoo, se retira feliz, tras 40 años al frente de la alcaldía (PP) de su natal Mondariz-Balneario (675 habitantes y el municipio gallego de menor tamaño).

Sus abuelos paterno y materno fueron concejales constituyentes de este Ayuntamiento, pero Lorenzo es además el único político de la provincia que se ha mantenido de forma continuada en activo desde los comicios del 3 de abril de 1979, los primeros de la democracia, cuando salió elegido concejal. Tomó el relevo de Julián Troncoso (UCD) en 1983 y se convirtió en alcalde. Nació en 1943, asumió el cargo en 1983 y se va a retirar en el 2023, tras cosechar su última mayoría absoluta por 3 votos de diferencia con el BNG. No es supersticioso.

«He cumplido con la obligación de levantar el pueblo, que era una ruina. Tuve muchos apoyos, porque nada se consigue solo y hay que ser agradecido, pero soy vendedor de profesión y lo supe vender bien», considera.

Insiste en que se va feliz, como gobernó «por haber conseguido que Mondariz sea un referente en el termalismo europeo», y como espera morir cuando llegue el momento, «porque vivir aquí es ser feliz». Cede el número 1 de la candidatura a Marisa Domínguez López, empresaria de 50 años diplomada en Relaciones Laborales. Para ella es su primera incursión en política. «La ayudaré y defenderé porque en la vida hay que ser leal y agradecido», defiende Lorenzo.

Sobre la fórmula para mantener el bastón de mando, dice que «lo importante es «ser listo y estar pegado a los inteligentes». Con 79 años y una salud física y emocional envidiable que él vincula con el hecho de vivir en Mondariz-Balneario, cumplir con el rito diario de beber cada día un vaso de agua de la fuente de A Gándara a las 13.30 horas y pasear al menos hora y media por su pueblo, repasa su agenda personal de amigos y personalidades que han ayudado a que la villa sea socia ejecutiva en la Asociación Europea de Ciudades Termales Históricas (ETHHA).

«Hace 40 años nadie creía que pudiéramos tener un campo de golf, un club de hípica y una proyección así. Me voy feliz porque lo que hemos conseguido en honor de nuestros abuelos y de Peinador», insiste. Se muestra especialmente satisfecho del planeamiento urbanístico. «Aquí solo se hacen casas de piedra y como máximo de dos alturas y las aceras y los caminos también son de piedra. No barremos porque no manchamos y nos quedamos con el aroma y no con las flores», defiende este alcalde, que fue botones en el hotel de niño. «Me metí para aprender y aprendí. Aquellos personajes hablaban y yo escuchaba», dice.

Muchos de los vecinos de Mondariz-Balneario solo han conocido a este alcalde, pero sería aún más difícil encontrar a alguien a quien José Antonio Lorenzo no le haya relatado con pasión historias y encuentros escritos por las personalidades que vivieron o visitaron el municipio y que hace suyos como los mejores eslóganes. «Castelao decía que Mondariz era la Compostela del enfermo; Emilia Pardo Bazán, que cura los estragos del pensamiento y los males de la civilización; y don Ramón Otero Pedrayo, que era una villa de debate sosegado», tiene siempre en su boca.

«Me voy de la alcaldía feliz y orgulloso», sostiene.