Mondariz Balenario alega superávit y calidad de vida para no fusionarse
15 mar 2012 . Actualizado a las 11:17 h.«A modiño», es el mensaje que reciben los conductores que entran en Mondariz Balneario por la carretera que viene desde Ponteareas. En Mondariz, la villa más pequeña de Galicia, con 780 habitantes en poco más de dos kilómetros cuadrados, las cosas ocurren despacio. Hay tiempo para relajarse en el balneario, disfrutar de una larga sobremesa en uno de sus reconocidos restaurantes o pasear por el entorno del río.
En este remanso de paz nadie quiere injerencias. La población rechaza que el municipio se fusione con otro. Apenas han cumplido 88 años de independencia de Mondariz pueblo.
José Antonio Lorenzo es alcalde desde el año 1983 y tiene el municipio como una patena. En el suelo no se ve una colilla. Sus habitantes lo cuidan.
El empresario Javier Solano hace cuentas: 24 millones de euros invertidos para recuperar el legado de Enrique Peinador y que tuvo como valedor al actual alcalde. Famosos, políticos, actores y empresario encuentran en el balneario de Mondariz la paz y la salud que buscan.
«No hay que fusionar a la gente que funciona porque sí, sino cuando exista una sinergia clara. Este es un ayuntamiento magníficamente gestionado. Hemos metido un dineral aquí y recuperado el prestigio del municipio», señala Solano, presidente del balneario. José Antonio Lorenzo asegura que en tiempos de bonanza supieron ahorrar y que, a diferencia de otros ayuntamientos, «no tenemos deudas, sino superávit. El año pasado 330.000 euros de números negros con un presupuesto de 700.000». Apenas gastan. Solo tienen 10 funcionarios, incluido el alcalde. Por eso no quiere oír ni hablar de fusión. «No se me pasa por la cabeza porque la gente está encantada de tener un pueblo con calles limpias y acogedoras», dice el regidor.
En el colmado de Rosa Fernández se cuentan las monedas sobre el mostrador. «Estamos bien solos, no debemos nada a nadie, El que tenga deudas que se apañe», dice la comerciante.
El arquitecto Carlos Mosquera, está diseñando un nuevo restaurante en la villa termal. «Si el criterio para fusionar empresas e instituciones es el número de personas, los autónomos estaríamos fastidiados». Ramiro Pérez, dueño del restaurante O Regato asegura que los impuestos no son altos y «no creo que haya nadie aquí que se quiera fusionar».