Un nuevo club pese al coronavirus

m. v. f. VIGO / LA VOZ

MOAÑA

cedida

Las exjugadoras del Moaña de balonmano femenino crean una nueva sección en Samertolameu

20 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La Sociedade Deportiva Samertolameu contará a partir de esta temporada con una nueva sección: balonmano femenino. Las jugadoras del Moaña de Primera Autonómica que la temporada pasada supieron a pocos días de empezar el torneo que el presidente de la entidad no las había inscrito por cuestiones económicas, tuvieron claro desde ese momento que buscarían la manera de volver a jugar juntas. Y ni la pandemia del coronavirus, que sí ha afectado a sus planes, ha podido disuadirlas del objetivo.

El estado de alarma y el inicio del confinamiento pilló a las impulsoras del equipo -las propias jugadoras, que ejercen de directivas- «empezando a buscar dinero» para sacar el proyecto adelante, cuenta la presidenta, Aída Barros Seoane. Inevitablemente, hubo momentos de incertidumbre. «Al final, a quien pides ayuda es a tu pueblo, y de repente estaba todo cerrado y tampoco podías salir de casa. Las tiendas pequeñas que nos iban a dar dinero ahora igual no pueden, porque no te puedes permitir poner para un club cuando tu negocio está apretado», asume.

Así que sí hubo por momentos cierto temor a que el proyecto se pudiera venir abajo, pero nada más lejos de la realidad. «Sí que piensas que es una faena encontrarnos con esto después de lo del año pasado, pero son cosas que no puedes controlar», acepta. Finalmente, y a la espera de seguir recabando ayuda, creen que «con la base que quedó de año pasado» -cuando también recaudaron fondos para poder competir aunque al final no fuera posible- pueden «estar tranquilas». «Para nosotras nos da, lo que hay que ver es si juntamos niñas para algún equipo de base, pero eso de momento está en el aire», admite.

Agradecen la buena disposición de Samertolameu, que fue receptivo a acoger al equipo. «Nos enteramos gracias al padre de una niña de que al ser asociación deportiva con varias secciones, había esa posibilidad de sumar el balonmano femenino», explica. Al ser prácticamente todas de O Morrazo, la ubicación seguía siendo ideal. «Queríamos seguir juntas, vamos a tener solo un par de bajas. Y sumarnos a un club tan conocido por como Samertolameu está muy bien para nosotras», celebra Barros. Tras varias reuniones, no les pusieron «ningún problema».

La apuesta de las jugadoras del antiguo club fue decidida desde que supieron que no iban a poder competir con el Moaña. Se propusieron seguir entrenado, esperar a que llegara el momento de formar un nuevo club e inscribirse en la temporada 2020/2021. «La única opción de seguir todas juntas era crear un equipo nuevo y eso era lo que queríamos hacer, así que tiramos para adelante», relata. Justo cuando les concedieron pabellón en Moaña se decretó el estado de alarma. «Antes alquilábamos de vez en cuando la pista de Bueu e íbamos un par de días, aunque con los horarios que nos daban, era difícil encajar todas», precisa.

Las más experimentadas del plantel, con Aída a la cabeza, llevan la voz cantante en un grupo que mantendrá a su entrenador del curso pasado, Alejandro Fazanes Otero, y también a su delegada. «En las reuniones se decidió que fuéramos las más veteranas, que ya nos habíamos encargado en años anteriores de buscar dinero, las que lleváramos el peso. Colaboramos todas, pero las caras más visibles somos las que llevamos más tiempo», comenta.

Ahora están a la espera de dar los últimos pasos de la mano de la Federación Galega de Balonmán, pero esperan competir en Primera Autonómica, la misma categoría en la que se proclamaron campeonas hace dos años, disputando una fase de ascenso a la que también les fue posible acudir a base de buscarse ellas los recursos para poder hacerlo. «Dependemos de la Federación, pero en principio contamos con estar en la misma categoría», cuenta. La incertidumbre general del mundo del deporte les afecta también en este sentido.