«La impresión en metal es un reto del futuro y viene ya pisando fuerte»

Gladys Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

MOAÑA

Oscar Vázquez

Seis profesionals conforman el equipo de esta firma localizada en Porto do Molle y Moaña

25 jun 2018 . Actualizado a las 12:34 h.

Factoría del futuro e impresión 3D han sido dos conceptos ligados desde que se empezó a manejar el término industria 4.0. El objetivo estaba en aumentar la competitividad, reducir costes y producir al ritmo que demanda el consumo. Una forma de producir con un gran nivel de robotización y con nuevos materiales que para nada ha alcanzado su total desarrollo. «Estamos en una etapa neonata. A la fabricación aditiva le queda mucho por progresar. Se espera que entre el 2030 y el 2050 alcance su madurez en sectores como el aeronáutico a la automoción», explican Gonzalo Piñeiro y Óscar García, dos de las mentes de Nort3D. Esta compañía pontevedresa lleva cuatro años en el mundo del 3D. Cubren todo el proceso de desarrollo del producto. «Somos competitivos diseñando y fabricando todo tipo de piezas, además de modelar y fabricar todos los elementos auxiliares para la cadena de producción, como cunas, embalajes o útiles de cadena».

La conocida como impresión 3D es en realidad fabricación aditiva. Uno de los recientes conceptos de producción. «Dentro de este mundo existen distintas tecnologías y materiales. Desde los más conocidos, plásticos en forma de hilo, hasta las más complejas técnicas con aceros y metales técnicos. Nosotros disponemos de diversas tecnologías. La impresión en metal es un reto del futuro».

La fabricación aditiva tiene sus principales bazas en el coste y la rapidez. «No quiere decir que sea porque el diseño, la fabricación y el postprocesado tienen un coste apreciable, pero para series muy cortas o piezas únicas, el precio es inferior a otras tecnologías. Lo mismo con la rapidez. Fabricar una pieza lleva muchas horas, pero el proceso global es de muy corta duración, permitiendo encontrar errores o continuar con el ciclo de desarrollo de forma fluida».

Nort3D fabrica útiles para todo tipo de industrias. «Ha costado entrar porque la tecnología tuvo que evolucionar y hubo que hacer de demostradores en muchos casos. Hoy por hoy, muchas empresas cubren sus necesidades con estas técnicas». También fabrican para el sector sanitario. Un ámbito complejo en el que el 3D tiene mucho que decir. «Permite obtener réplicas o biomodelos exactos a partir de TAC y ensayar previamente cirugías, permitiendo reducir los tiempos y los riesgos de las mismas. Otro campo es la ortopedia». Es decir, una fabricación con todos los detalles, en menos tiempo y con menos costes. Un mercado mundial que mueve más de 3.500 millones de dólares al año.

La fabricación aditiva ha llegado así a todo tipo de industria. «Nosotros distinguimos dos grupos de clientes con necesidades diferentes: la automoción y el resto». En esta línea, Nort3D acaba de presentar Saimxsu. Un sistema magnético para mover piezas metálicas. «Es un sistema innovador gracias a la fabricación aditiva y al magnetismo que permite ahorrar en aire comprimido y mejorar en eficiencia en la producción». Un proyecto que presentaron y por el que los seleccionaron en la Business Factory Auto, la aceleradora de PSA, la Zona Franca y la Xunta.

Tras esta forma de fabricación planea siempre la sospecha de la falta de sostenibilidad. «Hay que trabajar en el reciclaje tras el fin de la vida útil. El 80 % de lo que se imprime en el mundo es PLA y es un termoplástico biodegradable que no proviene del petróleo», concluyen Piñeiro y García.

«Ha costado entrar, pero muchas empresas ya cubren sus necesidades con este tipo de técnicas de fabricación»