En la entidad morracense no hay técnicos ni entrenamientos conjuntos, pero sí pasión y entrega por el deporte
30 oct 2017 . Actualizado a las 05:10 h.Podría decirse que el Triatlón Morrazo es algo así como el anticlub. No cuenta con entrenador, no hay sesiones fijadas de trabajo conjunto, ni sus integrantes miran constantemente a los podios. Pero su fórmula funciona. Nació hace siete años en Moaña -aunque incluye toda la comarca- para aglutinar a un grupo de gente que practicaba la disciplina y para fomentar el deporte, y hoy en día es habitual ver a sus miembros compitiendo por toda Galicia.
«O club xurdiu porque Lucas Escaneo, Juan Fernández, Rosa María Pena, Cristina Fernández e eu levabamos sobre un ano practicando triatlón e viamos que na zona do Morrazo non había ningún colectivo do que formar parte. Todos tiñamos que pertencer a equipos de fóra, así que nos puxemos de acordo para fundar un», recuerda Felipe Veiga, presidente de la entidad. Además de servir de paraguas para la gente que ya estaba iniciada, pretendían promover la disciplina en la zona. Y lo consiguieron. «Queriamos dar a coñecer o triatlón porque ao principio non todo o mundo sabía en que consistía». La fórmula que encontraron para promocionar su deporte fue organizar eventos.
En estos siete años han impulsado tres triatlones en Moaña, otros tantos en Bueu, un duatlón, siete travesías a nado do Filgón y un triatlón crós. «Buscabamos participación, ao principio nin sequera cobrabamos nada, a xente anotábase e xa enganchaba con nós», desvela Felipe, que reconoce que ahora mismo su deporte atraviesa un bum con el calendario autonómico atestado de pruebas.
Desde que dieron sus primeros pasos, en el Triatlón Morrazo fueron conscientes de que contar con un entrenador no era viable. «Cada un ten a súa vida, traballamos con quendas distintas e temos niveis moi diferentes. Ás veces poñemos días e adestramos xuntos, pero é difícil compaxinalo por horarios e por retos», dice el presidente del club. Optaron por que cada uno entrenara a su manera y desde el club le apoyan. La mayoría de los deportistas, detalla Veiga, cuentan con entrenadores personales que son los que les ayudan con los avances deportivos, que después ponen en práctica vistiendo los colores de la entidad.
«A función do club, sobre todo ao principio, é ensinarlles como funciona todo, porque non é tan sinxelo. Colaboras con cuestións burocráticas ou introducíndoos nos detalles da competición, nas transicións, por exemplo. Logo, pois apoiámolos nas probas nas que participan».
Intentar hacer un perfil del integrante tipo del Triatlón do Morrazo es imposible. Hay gente de todas las edades y con todo tipo de objetivos. «Dende o que vai só para divertirse ao que quere competir un pouco máis en serio. Incluso tivemos un campión do mundo do seu grupo de idade, Manuel González Ojea. O que temos moi claro é que para nós todos os membros son iguais, apoiamos igual ao que chega último que ao que chega primeiro». No hay privilegios, solo un grupo de gente unida por su pasión por el triatlón.
En el club tienen claro que el objetivo es que la gente se enganche al deporte, lo disfrute y lo fomente. De ahí que entre los retos que se marca está el de poner en marcha una escuela de triatlón. «Este é un deporte que engancha, practicas distintas disciplinas e non te aburres nunca». El mejor argumento para enrolarse.