La pandemia hace que repunte el interés por los huertos caseros

Monica Torres
mónica torres GONDOMAR / LA VOZ

GONDOMAR

cedida

Vecinos de Gondomar echan mano del vivero ecológico de la parroquia de Donas para poder cultivar sus propios alimentos

21 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Agora é o momento idóneo para plantar calquera hortaliza ou tomates e leitugas». Entre las opciones para completar la despensa durante esta cuarentena coge la delantera una de las más tradicionales. Xosé Manuel Pereira, invita a todos sus vecinos de Gondomar a transformar sus huertas en el principal centro de suministros para los próximos meses. Él fue uno de los beneficiarios de la línea de microcréditos que en el 2018 puso en marcha el primer banco público gallego para emprendedores que promovió el entonces edil de Comercio e Turismo, Xosé Antón Araúxo. En el banco de Gondomar otros vecinos ayudaron a impulsar proyectos como los de Xosé Manuel y Nicolás Riera, promotores del primer invernadero de plantel ecológico del municipio, en Donas.

La crisis del coronavirus les impide ahora acudir a las decenas de ferias que ya estaban programadas, incluyendo las que se hacen en Gondomar. Sin embargo, ellos tienen gran cantidad de producto y de plantel y han decidido venderlo a través de Whatsapp y Facebook. «Agora é o momento de plantar e, por exemplo, os calabacíns, as xudías ou os chícharos poden estar para recoller en pouco máis dun mes», explica Pereira.

Para los que prefieran proveerse de cara al verano, también dispone de gran variedad de especies de tomates y lechugas. La carta del invernadero ecológico incluye berenjenas, rábanos, cebollas, calabaza de pera, sandía, melón, rúcula, apio... y así hasta medio centenar de plantas con las que hacer crecer en las huertas los alimentos de cualquier dieta familiar saludable.

Xosé Manuel Pereira dispone de la preceptiva licencia de venta directa, por lo que solo hay que hacer el pedido a través del móvil (su número es el 699 664 188). Ante el inminente incremento de la demanda y con la intención de facilitar el comercio de proximidad sin intermediarios, el impulsor de este proyecto estudia vías para ofrecer sus productos con seguridad. «Todo el mundo que tiene huerta compra las plantas en tiendas de distribución o fitosanitarias porque aquí aún no hay plantel ecológico», explicaron estos emprendedores cuando comenzaron su andadura hace dos años. A nadie se le pasaba por la cabeza entonces que una amenaza sanitaria pudiera obligar a un confinamiento o que llegara a sentirse miedo por un posible desabastecimiento de alimentos. Su propuesta sin embargo, adquiere una mayor dimensión llegada esta crisis ya que a la seguridad de poder contar con una despensa en la huerta, se le suman otras muchas virtudes igualmente importantes para la salud, como la realización de actividades alternativas sin abandonar el confinamiento. «Estamos satisfeitos porque o no proxecto, respaldado por veciños, pode ser agora un bo salvoconducto para todos. Xa notamos máis demanda dalgunhas plantas, especialmente calabacíns, acelgas e verdura porque son as que mellor aguantan fóra», confirman.