El belenista con más movimiento

Monica Torres
mónica torres GONDOMAR / LA VOZ

GONDOMAR

cedida

Los pesebres creados por Fernando Fernández para Valadares, Teis y Gondomar suman 134 metros cuadrados

07 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Una de las tradiciones más arraigadas de la Navidad en España marca el día de mañana, dedicado a la Inmaculada Concepción, como el de comenzar a montar el belén. Miles de familias aprovechan este largo fin de semana para componer sus pesebres. No es lo mismo montar un belén que ser belenista, pero en el caso de Fernando Fernández Penedo concurren los dos fenómenos.

Gondomareño, aunque natural de Baiona y más conocido como Nando o artesano, es el artífice de los tres principales nacimientos de Vigo y su área. «Pode que non en tamaño pero, sen dúbida, son os beléns con figuras en movemento máis grandes da provincia e ademais son artesanais e con materiais reciclados», explica el autor, que llega al día de la Inmaculada Concepción con los deberes hechos. Son de su autoría las representaciones que hay en el centro cultural de Valladares, en el mercado de Teis y en el auditorio de Gondomar.

Sus creaciones suman 134 metros cuadrados con 400 figuras en movimiento porque a él lo de limitarse al Portal de Belén le pareció poco desde el principio. Albañil de profesión, hace treinta años que se arrancó también con la construcción de estos pasajes y, con carta de artesano incluida, cumple con la definición oficial de belenista, que es la persona que por oficio o afición los proyecta, construye o colección. Su inquietud comenzó hace medio siglo. «Sendo neno non había posibles para facelos na casa pero todos os nenos xuntabámonos para ver o que poñía a miña tía nos soportais da librería Vernet de Baiona, cando nos xuntabamos ata corenta persoas para celebrar o Nadal», recuerda.

Siempre le gustó pero no pudo montar el suyo hasta hace justo tres décadas, ya trabajando y después de casarse. «O primeiro medía 80 por 80 centímetros, logo ocupei o salón enteiro con 20 metros cadrados e 200 litros de auga. Despois pasei ao garaxe pero os días de chuvia non se podía ver porque se abrías as portas, mollábase», explica Nando. Ahora monta tres gigantes en movimiento, pero ninguno en casa.

«Para facer un belén só hai que ter ganas, traballar un pouco e reciclar», defiende el maestro. La creatividad a la hora de reutilizar materiales es destacable. «No de Gondomar empreguei máis dun cento de motores de microondas e, para a noria de sangue como a de Teis, precisei un de dúas revolucións e catro anos a darlle voltas ata que saía a auga», desvela. El ingenio también crece con la experiencia. «Para as xanelas uso as reixas das campás extractoras, papel pinocho para as persianas, botes de iogur para as ánforas e dos contedores de lixo recollo os fondos dous armarios para a madeira», confirma.

El resultado es soberbio y prueba de ello es que, sin repetir nunca composición, estrena por décimo ano en Valladares un belén de 40 metros cuadrados, el cuarto en Gondomar, con 42 metros cuadrados y el de Teis, donde hizo uno de 26 hace tres años y ayer inauguró el de 52 metros cuadrados.

«O de Gondomar é o máis bíblico porque ten todas as partes, dende o nacemento aos esposorios ou a fuxida á Exipto, no de Teis hai peixes de verdade no suposto Mar Mediterráneo que hai baixo o Faro de Alexandría e no de Valadares montei un coliseo feito con 84 mangos de escoba», indica el artesano gondomareño. Tarda un mes entero en montar cada representación navideña, pero tras cada una hay todo un año de trabajo aunque, cada vez, tiene ya más piezas para customizar.

Tiene sus favoritas y, entre ellas, aunque no es la más lograda, su primera creación. «As miñas preferidas son una casiña cunha vella torre porque a fixen hai 30 anos e pezas con tres meses de traballo como o castelo en madeira dun metro de longo ou o Palacio de Herodes en porexpán».