Afronta cuatro años de cárcel tras provocar una muerte cuando circulaba ebrio a casi 200 km/h
21 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El juicio contra un presunto conductor temerario acusado de un delito de homicidio imprudente se suspendió ayer por segunda vez en el juzgado de lo Penal 1. En esta ocasión, la razón fue que la médico forense se encuentra disfrutando de sus vacaciones, hecho que no fue tenido en cuenta cuando la vista se aplazó el pasado mes de mayo.
La Fiscalía reclama una condena de cuatro años de prisión para un acusado que provocó un accidente de tráfico cuando circulaba a 199 kilómetros por hora en una recta con una velocidad limitada a 50. Los hechos sucedieron pasadas las siete de la mañana del 18 de septiembre de 2016 en la carretera PO-340. El joven conducía un Mercedes Clase A que era propiedad de la empresa de su padre. En el interior del vehículo circulaban además otros cuatro jóvenes. Según el escrito de acusación de la Fiscalía, el acusado conducía el vehículo, que utilizaba unas ruedas en mal estado y tras haber ingerido bebidas alcohólicas en una cantidad que mermó sus facultades.
Tras rebasar la rotonda que regula la intersección de la carretera con la AG-57, en una recta de unos 700 metros, aceleró el vehículo hasta alcanzar al menos 199 kilómetros por hora. Un kilómetro después perdió el control del coche, que se desplazó hacia un lateral que le hizo dar un volantazo para evitar colisionar a la derecha. Entonces se dio contra un muro de piedra situado a la izquierda, rebotando a la derecha para colisionar contra el cierre de una finca y otro coche estacionado.
Uno de los ocupantes salió despedido del vehículo, golpeándose contra el asfalto y llegando a recorrer 80 metros. Tres días más tarde, quedó en muerte cerebral. Los otros tres ocupantes resultaron heridos.
Además de las penas de prisión, el Ministerio Público también solicita el pago de indemnizaciones por más de 214.000 euros. El juicio se celebrará el próximo mes de julio.