«O Libro dos Nenos» sale de la caja de zapatos de Antía Cal 63 años después de escribirlo

Monica Torres
Mónica Torres GONDOMAR

GONDOMAR

Marcos Canosa

La maestra de 95 años que enseñó a educar en valores da una lección magistral en su cole de Gondomar

19 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El modelo con el que la maestra Antía Cal revolucionó la educación gallega en la década de los 60, sigue tan vigente como entonces. «Trabajar con vosotros no es trabajar sino pasárselo bien» aseguró ayer en el Colegio Rural Agrupado de Gondomar (CRA) que lleva su nombre ante un nutrido grupo de alumnos de tres años. La pedagoga convirtió casi en otro cuento la presentación del que hace 63 escribió de la mano de su marido. Con el fin de que lo disfrutaran sus hijos, una vez que crecieran. El documento se extravió en una mudanza y los vástagos nunca llegaron a leerlo. Ha sido ahora, cuando el yerno de los autores, Miguel Piñeiro, lo rescató al azar de una caja de zapatos entre los miles de cachivaches que alberga la enorme biblioteca familiar cuando por fin ha podido ver la luz editado por la Diputación de Lugo

La autora de O Libro dos Nenos, el documento inédito que escribió a la par que abría en Vigo el primer colegio bilingüe y laico de la ciudad, explicó que sus textos son los cuentos que los propios alumnos le contaban. «Es verdaderamente emocionante escuchar a los niños y por ello le dije a mi marido que iba a escribir un libro con lo que me dijeran mis alumnos», recordó ayer. Medio siglo después se había olvidado del libro pero no de sus cuentos ni del valor pedagógico del juego. «Cuando lo vi en la caja de zapatos que se había guardado el libro no lo reconocí pero, en cuanto leí los tres primeros renglones me di cuenta de que sí lo había escrito yo», exudando magisterio.

Su clase magistral, tanto para el público más joven como para padres y profesores, fue un auténtico alegato de los principios, fines y métodos de la educación para formar a ciudadanos libres y felices, en valores y con valores.

«Los profesores tienen que saber escuchar. Si la profesora calla, ellos terminan respondiendo como quiere», advierte. Y, como vehículos principales para crear esos ciudadano felices, Antía Cal apeló de nuevo a los juegos y a los cuentos. «Lo importante es estudiar y escuchar a quien tienes delante. No darle las soluciones a los niños, sino que las busquen ellos, que son los que tienen que aportar las ideas», defendió la maestra de 95 años que sigue en la vanguardia educativa.

La búsqueda de la felicidad debe ser, a su entender, la fórmula también para devolver el equilibrio a un sistema educativo en peligro que se enfrenta a retos de bullying y acoso entre alumnos y a depresiones y cuadros de ansiedad entre profesores. «Los niños me lo han dado todo y me enseñaron muchísimas cosas; ser maestra es el trabajo más hermoso del mundo, hay que ser feliz y disfrutar», defendió Antía, «Tita» para los muchos que la quieren.

Tiene claro que volvería a ser maestra si volviera nacer, repitió varias veces ayer con la misma energía que los pupilos de tres años. Uno de los mayores de sus alumnos presentes era Pepe Pintado. «Cuando yo estudiaba en el colegio Rosalía de Castro y le preguntaba a niños de otros centros en qué clase estaban, me contestaban en tercero A o B y no entendía, porque las nuestras eran Concepción Arenal, Bertrand Russell o Marie Curie», recordaba ayer a modo de guiño. El CRA Antía Cal de Gondomar tiene ya 26 años y cuenta con aulas en Chaín, Couso, Peitieiros, Vilaza y Morgadáns.