Una financiera le exigió a una pareja de O Morrazo el pago de un préstamo por un coche
28 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La mujer tuvo que ser atendida en el hospital debido al problema judicial que sufrió
Lo más curioso es que el coche objeto de crédito nunca fue transmitido a la mujer ni a su hijo
Una vecina de Bueu, Peregrina Pazos, estuvo a punto de perder su casa y su finca a manos de una entidad financiera. Ahora reclama al Banco de España, supervisora del sistema crediticio, 75.000 euros por daños y perjuicios tras haber sufrido una presunta estafa por parte de Santander Consumer Entidad Financiera de Crédito.
La mujer tuvo un pleito contra el banco por presunta falsificación de su firma. Tras el procedimiento judicial, el banco procedió al borrado de los registros de morosos en el que había incluido a Peregrina Pazos. El préstamo fue en realidad suscrito por su hijo que recibió el dinero para comprarse un coche Audi A-3, que costaba 24.000 euros pero que con la financiación pasaba a valer seis mil euros más.
Pazos presentó una reclamación ante el banco por mala praxis. «El 8 de agosto de 2011 una persona que se identificó como Jesús Varela y que manifestó pertenecer a Santander Consumer se personó en mi domicilio de Bueu. Momentos antes el señor Varela había contactado con mi esposo, Primitivo Malvido, al que le preguntó por los límites de mi propiedad». Malvido recuerda que «vinieron a la casa y me preguntaron hasta donde llegaba la finca». «Querían quedarse con todo», apostilla su mujer.
El asunto comenzó el 20 de diciembre del 2007. El hijo de Peregrina quiso comprar un Audi en el concesionario Motorcangas y se hizo un contrato fechado en Vigo con Santander Consumer. El préstamo ascendió a 30.813 euros. En esa época Peregrina no tenía relación con su hijo. «No me vieron la cara y el banco dice que me dio un préstamo».
El joven estuvo pagando las cuotas del coche pero se quedó sin trabajo y entonces el banco quiso embargar a la familia. El 8 de agosto del 2011 aparece Jesús Varela en la finca que Peregrina y su marido tienen en Bueu. Primitivo, extrañado por el hecho de que le preguntasen por los límites de su finca, le respondió al representante de la entidad con otra pregunta: ¿Por qué tenía interés en saberlo? Este le manifestó que había un crédito que, al parecer, se le había concedido a Peregrina y que estaba impagado y que «ya estaba en el juzgado.. «Yo le manifesté que no había adquirido ningún vehículo en el 2007 ni concertado crédito alguno con la entidad financiera, que, además, no era cliente en esas fechas del Banco de Santander y que nunca había mantenido contacto con Santander Consumer», dice la mujer.
Con el objetivo de aclarar lo sucedido se procedió a realizar un informe pericial caligráfico que acreditó que las firmas que aparecen en el préstamo no pertenecen a Peregrina. Como el representante de la entidad financiera había manifestado que la reclamación ya estaba en el juzgado, ella fue a su banco, Banesto, y allí consultaron los registros correspondientes que informan de los riesgos de cualquier cliente en otras entidades y le indicaron que figuraba como prestataria en el Santander Consumer de 14.000 euros, incrementados en otros 7.000 euros por morosidad.
Querella criminal
Al ver la gravedad de los hechos, ya que la entidad financiera concertó un crédito «sin estar yo presente, sin mi consentimiento y sin fedatario público, el 19 diciembre del 2011 presenté una querella criminal ante los juzgados de Marín». Iba dirigida contra el banco y contra la persona que en Madrid autorizó el préstamo. Se practicó un nuevo informe pericial caligráfico «que ratifica que la firma obrante bajo el epígrafe prestataria no pertenece a Peregrina Pazos Area». Lo más curioso es que en las actuaciones penales consta que el vehículo «nunca fue transmitido a Peregrina ni a su hijo», según Tráfico. El banco también «concedió» a la mujer un seguro de vida que, según la denuncia nunca fue solicitado. La prima era de 1.607 euros.
Según el letrado cangués de la perjudicada «ese cúmulo de despropósitos acabó haciendo mella en su salud. El informe del servicio de Psiquiatría del Hospital de Pontevedra, adonde fue derivada la paciente, señala que Peregrina fue atendida por un problema de ansiedad depresiva con meses de evolución. «La paciente refiere estar sobrepasada por un problema judicial. Tuvo que poner una denuncia a una financiera en diciembre del 2011 porque le exigía el pago de préstamos no solicitado». El informe señala que la mujer tampoco pudo sobreponerse a la enfermedad de su hijo y que lleva «más de tres años esperando la resolución judicial para no seguir como deudora en el Banco de España, proceso que le ha acarreado impotencia y muchos gastos». Desde mayo del año 2015 la mujer recibe tratamiento psicoterapéutico por el trastorno de adaptación.
Santander Consumer retiró el procedimiento contra Peregrina Pazos pero mantiene la reclamación de cantidad a su hijo.