La SEO Birdlife colabora en el seguimiento de esta ave, monitorizada en proyecto suizo portugués
16 sep 2019 . Actualizado a las 13:12 h.
La llegada de la temporada estival atrae a docenas de miles de turistas a las playas, mientras vacía el interior de Galicia. Y es en esta misma época cuando un creciente número de buitres empieza a hacer acto de presencia en los montes limítrofes de las provincias de Pontevedra y Ourense. En las sierras de O Suído y O Candán empezaron a verlos desde hace unos años y cada verano llegan antes y, por lo que parece, tardan más en volver a la Meseta. La mayoría son buitres leonados, mucho más comunes dentro de lo raro de su presencia en los cielos gallegos, pero al menos uno pertenece a otra especie, el buitre negro. Y precisamente uno de ellos, bautizado por un equipo científico luso como Carrascaliño, porta un collarín con GPS que permite seguir sus desplazamientos por Galicia y el norte de Portugal.
El GPS se lo colocaron a Carrascaliño hace un tiempo en el marco de un proyecto de estudio internacional. En este programa participan científicos de Suiza y Portugal y cuando este buitre negro decide entrar en España el seguimiento de sus vuelos lo realiza la SEO Birdlife, que informa puntualmente a la Consellería de Medio Ambiente. Gustavo Ferreiro, representante de la SEO en Galicia, lleva todo el verano siguiéndole la pista y los distintos posicionamientos revelan que a esta ave le gustan preferentemente los montes en el entorno de A Lama, Forcarei, Fornelos de Montes y Campo Lameiro. Aquí es donde se realizan la mayor parte de los registros de sus vuelos, pero Carrascaliño también le ha tomado gusto a eso de explorar nuevos horizontes. Sus rutas van mucho más allá de O Candán y O Suído, entrando al norte en la provincia de A Coruña o haciendo excursiones hasta la Serra do Xurés, en Ourense.
Rehúye el mar
Si hay una cosa que parece que Carrascaliño evita son las rías Gustavo Ferreiro explica que «a los buitres no les gusta el mar, huyen de él». Este ejemplar visitó la Costa da Morte a principios de agosto y hace dos semanas también estuvo en O Barbanza. ¿Por dónde llegó? Pues cual peregrino xacobeo, por Cesures y Padrón, aunque luego girase al oeste siempre siguiendo la estela de los montes. Tampoco le gusta la ciudad. No se le ha visto sobrevolando ninguna gran urbe gallega. Se ha acercado a Vilagarcía, por ejemplo, pero al rural, nunca al casco urbano.