El «wakeboard» eléctrico llega a Galicia

alejandro martínez FORNELOS DE MONTES / LA VOZ

FORNELOS DE MONTES

Oscar Vázquez

Una empresa de Fornelos de Montes es pionera en la instalación de un cable esquí que atrae a los amantes de los deportes náuticos al embalse de Eiras

26 ago 2016 . Actualizado a las 00:44 h.

El esquí acuático es un deporte tan emocionante como prohibitivo. Ricardo Freire, empresario de Vigo, ha puesto en marcha una idea de negocio que acerca esta actividad a todos los bolsillos creando una curiosa infraestructura, inédita en Galicia. Es el wakeboard de tracción eléctrica. La pista se encuentra en Eiras, a dos kilómetros y medio del embalse que abastece a la ciudad olívica, en el municipio de Fornelos de Montes. Dos torres de siete metros de altura fijadas en el suelo sirven de soporte de un cable que cruza la presa de una punta a otra en la zona de Oitavén.

Sobre ese cable circula el motor que sostiene el cabo al que se agarra el deportista para deslizarse por el agua sobre una tabla. Es algo parecido a un remonte de esquiar, pero que se mueve más rápido, simulando el efecto que produciría ir tirado por una lancha de gran potencia, pero sin consumir combustible ni contaminar el medio ambiente. También se evita el riesgo de quedarse tirado en medio del agua en el caso su sufrir una caída porque el motor se para cuando se suelta la asidera, permitiendo arrancar desde la misma posición.

La ventaja del wakeboard es que lo pueden practicar personas de todas las edades. Basta con saber nadar para lanzarse sobre el embalse agarrado al remonte y realizar un circuito circular entre las dos orillas del río Barragán, separadas por una distancia de 185 metros. «Por aquí han venido desde niños de cinco años hasta personas de 70», señala Ricardo Freire. Quien lo ha probado asegura que crea adicción y sirve para descargar mucha adrenalina.

Un operario controla la instalación desde una cabina ubicada junto al agua y regula la velocidad del motor conforme al nivel del deportista. Dos rampas situadas en medio del caudal añaden emoción a esta práctica deportiva. La instalación da juego para ensayar todo tipo de saltos, aunque cuantos más trucos se quieran practicar, mayor también será el desgaste físico. Las sesiones rondan los 10 o 15 minutos.

Los precios son sensiblemente más bajos que cuando se requiere una lancha a motor. «Por 20 euros se puede disfrutar toda la tarde de la instalación, y por 35, todo el día», señala Ricardo Freire, que también alquila el material necesario para practicar esta actividad.

Las instalaciones del Fornelos para la práctica del wakeboard también incluyen un albergue con 24 plazas donde poder dormir, ducharse y reponer fuerzas, por muy poco dinero. El club permanece abierto durante todos los días del año, si bien es precisamente ahora, en verano, cuando recibe al mayor número de usuarios.

Una empresa alemana realizó todo el montaje el año pasado y ha causado una gran sensación entre los amantes de los deportes náuticos. Tanto es así que Ricardo Freire ha solicitado autorización para colocar otro cable aéreo similar a poca distancia del lugar y permitir que más usuarios disfruten de este deporte. El proyecto se encuentra actualmente en fase de exposición pública previa a su autorización.

Esta modalidad es más segura y económica que ir tirado por una lancha a motor