Los vecinos de Freixo, en Crecente, reclaman el arreglo de los daños
29 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El temporal del invierno causó estragos en el Concello de Crecente. La parroquia de Freixo fue la más dañada. La riada ha incomunicado barrios y derribado parte del acceso principal. Los vecinos de la zona alta lamentan que desde entonces ya no pueden utilizar el camino que va al cementerio, bajo el monte de Mollapán. La vía prácticamente ha desaparecido tras haber soportado el arrastre de toneladas de sedimentos en la peor riada que recuerdan los residentes de esta zona. El Ayuntamiento ha cerrado el acceso con vallas para advertir del peligro. Ahora tienen que dar mucha vuelta para acceder al camposanto o bien saltar por encima de propiedades particulares, lo que resulta incómodo cuando llueve porque acaban empapados. «Al Ayuntamiento no le vino el dinero y esto es un camino público que hay que arreglar», manifestaba ayer Pura, una vecina de la zona. La riada arrasó caminos, cierres, fincas particulares y cultivos. «Yo tenía una finca de viñedo y ya no me queda nada», se lamentaba ayer. Todavía queda la huella del efecto devastador que tuvo la riada a su paso por esta parroquia.
«Fue horroroso, parecía que el agua nos iba a llevar a nosotros también», afirma otra residente, que recuerda que se encontraban comiendo cuando se produjo la riada. El temporal también mantiene incomunicado desde el pasado mes de febrero otro barrio de Crecente. A siete kilómetros de distancia de Freixo se encuentra el barrio de Castro. El Ayuntamiento se ha visto obligado a cerrar el tráfico en uno de sus principales accesos debido a la apertura de un socavón de más de dos metros de diámetro en plena carretera. Unas vallas sirven para proteger que nadie se caiga debajo del pozo que se ha abierto de unos dos metros de profundidad. El cierre de esta vía también supone una incomodidad para los vecinos, puesto que se han quedado temporalmente sin un acceso directo hacia la carretera general por la que se accede a la autovía A-52.
El alcalde, Julio Cesar García-Luengo, afirma que ya han solicitado ayuda a la Diputación para acometer los arreglos que se encuentran pendientes. «La Xunta ya nos ha dicho que sí, ahora estamos pendientes de la firma de las diputaciones de A Coruña y Pontevedra, que son las que tienen que firmar el convenio con la federación de municipios», manifestó.