Momentos antes de la llegada de María José Caride al lado ourensano del nuevo puente donde se celebró el acto oficial una veintena de vecinos de las localidades de Filgueira y de Rebordechán, del municipio de Crecente, mostraron su malestar y su protesta con pequeños carteles por el mal estado de sus comunicaciones tras la construcción, hace cinco años, de la carretera PO-400.
Sus demandas fueron atendidas por la delegada provincial de Política Territorial en Pontevedra, Isabel Domínguez, quien les explicó que dicho proyecto ya estaba finalizado y recepcionado por la administración cuando ella accedió al cargo, justificando así los problemas existentes para poder afrontar la reposición de los numerosos servicios que quedaron pendientes.
Ante la petición de un paso elevado para comunicar la parroquia de Parada que quedó aislada y cuyos vecinos se ven obligados a dar un rodeo de seis kilómetros, Domínguez reconoció la complejidad existente para poder acometerlo aunque es una posibilidad que están estudiando los técnicos por lo que la conselleira espera su valoración para poder dar una respuesta. Los vecinos dejaron sus pancartas en los árboles y en los terraplenes existentes junto a la carretera.