El TSXG confirma la pena de tres años y medio para un sargento de la Guardia Civil que se apropió dinero de una tala de madera

La Voz REDACCIÓN

COVELO

PACO RODRÍGUEZ

El condenado solo lo entregó cuando uno de los afectados acabó denunciándole

16 nov 2021 . Actualizado a las 00:17 h.

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha confirmado la pena de dos años de cárcel y de año y medio de suspensión para empleo o cargo público para un sargento de la Guardia Civil de O Covelo que se apropió de dinero ajeno de unas talas de árboles. Fue condenado como autor de dos delitos de apropiación indebida, dos delitos de omisión del deber de perseguir delitos y otro de falsedad en documento público.

El agente, según declaran los magistrados como probado, se quedó con el dinero de unas talas de árboles al mediar en negociaciones entre particulares y, posteriormente, falsificó una serie de documentos para dar apariencia de legalidad a su actuación. El TSXG confirma así la sentencia de primera instancia de la Audiencia de Pontevedra que, según el alto tribunal gallego, es «muy clara» en unos hechos que, además, «fueron admitidos por el acusado», recuerdan los jueces.

El fallo incide en el hecho de que «no le corresponde» al guardia civil decidir «si y cuándo» se tramita una denuncia presentada «ni decidir de manera preliminar si estamos ante una cuestión civil o penal» como hizo en el caso por el que fue juzgado. El agente fue investigado por dos episodios sucedidos en 2015, relacionados con conflictos vecinales por la tala de unos árboles y en los que engañó a las víctimas y no formalizó los atestados cuando estas presentaron sus denuncias.

En los dos casos, sendas personas acudieron al cuartel para presentar una denuncia ante las desavenencias por el coste por los trabajos de una tala y, en lugar de elaborar atestado y presentarlo en los juzgados, utilizó esa información para cobrar el dinero y quedárselo. El entonces responsable del puesto de la Guardia Civil de O Covelo llamó por teléfono a las personas denunciadas, a las que les pidió que le entregasen el dinero pendiente para arreglar las cosas y evitar una investigación oficial, pero ese dinero nunca llegó a sus propietarios. Solo lo entregó cuando uno de los afectados acabó denunciándole.