Los vecinos se habían quejado al dueño de los perros de Covelo por miedo a ser atacados

carlos ponce VIGO / LA VOZ

COVELO

El rastro de sangre que dejó la mujer atacada, al ser arrastrada por los perros
El rastro de sangre que dejó la mujer atacada, al ser arrastrada por los perros

Los canes carecían de chip y no estaban inscritos en el registro de animales peligrosos

07 nov 2017 . Actualizado a las 16:39 h.

Los vecinos y la propia familia de María Dolores Álvarez, la mujer atacada salvajemente por dos perros en Covelo, temían que en cualquier momento pudiera suceder algo así. «No había ninguna queja formal, pero al dueño ya lo habían avisado en varias ocasiones de la peligrosidad de sus perros», asegura el alcalde, Juan Pablo Castillo. Varios vecinos alertaron de que el propietario de los canes los tenía en muchas ocasiones sueltos por la calle, especialmente por el camino en el que tuvo lugar el ataque. Pero, visto lo que sucedió la noche del pasado sábado, hizo oídos sordos. «Estaba claro que isto ía acabar pasando», asegura Adolfo Martínez, uno de los hijos de la víctima.

El resultado de la presunta imprudencia: una mujer de 82 años brutalmente atacada a la que han tenido que amputar las dos piernas debido a la gravedad de las heridas sufridas a causa de los mordiscos. Pese a que su pronóstico sigue siendo muy grave, los médicos le quitaron ayer la respiración asistida y recuperó la consciencia. Incluso intercambió unas palabras con su familia.

La Guardia Civil investiga ya al dueño de los dos perros responsables del ataque. Se le imputa un delito de lesiones graves por imprudencia y también se le han puesto varias denuncias de carácter administrativo, pues los canes no estaban anotados en el registro municipal de animales potencialmente peligrosos, tal y como están catalogados los dogo de Burdeos. Además, carecían del chip identificador obligatorio y tampoco tenían cartilla sanitaria. La Guardia Civil ya ha entregado las diligencias en el juzgado de Ponteareas, donde el investigado deberá comparecer para declarar cuando se le requiera. Si finalmente la víctima muere (la familia asegura que los médicos les han dado esperanzas «mínimas»), todo apunta a que el investigado pasará a hacer frente a un delito de homicidio por imprudencia. Si el juez declara como grave la imprudencia, podría ser castigado con entre uno y cuatro años de prisión.

Además, los hijos de María Dolores Álvarez, la mujer atacada, denunciarán penalmente al propietario de los canes por las negligencias que motivaron el trágico suceso, como el hecho de que los perros estuviesen sueltos y sin vigilancia alguna en el momento del ataque. La indignación de la familia contra el propietario se acrecentó al defender este el buen carácter de sus perros. «Díxolles ás miñas irmás que non llo tiveran en conta, que os seus cans son moi boíños», relata indignado Adolfo Martínez.

Los animales, por su parte, fueron trasladados en la madrugada de ayer a la protectora provincial CAAN, en Meis. Será el juez el que determine su destino, pero expertos consultados por La Voz de Galicia creen que, en casos como este, es habitual que sean sacrificados al poco tiempo de ingresar en la perrera. La Diputación de Pontevedra asegura que el propietario de los animales colaboró en todo momento en su entrega.

Teniendo en cuenta lo sucedido, y pese a que los animales no mantuvieron una conducta agresiva o desafiante durante el traslado, se tomaron fuertes medidas preventivas para garantizar la seguridad de los trabajadores del centro. Un veterinario sedó a los animales en el lugar de recogida para evitar riesgos. Están instalados en la zona de cuarentena de las instalaciones de la protectora, apartados del resto de los animales del centro.

El Concello de Covelo ya ha anunciado la suspensión de todos los actos oficiales previstos para toda esta semana en solidaridad con María Dolores Álvarez y su familia, y exige en un comunicado «las responsabilidades judiciales que procedan».

La Xunta solo computa los ataques de perros con microchip

La Consellería de Medio Ambiente contabilizó en el 2016 siete ataques de perros potencialmente peligrosos, tres de ellos a personas y cuatro a otros animales. En lo que va de 2017 se produjeron cuatro ataques a perros y ninguno a personas. Los datos, en todo caso, extraídos del Rexistro Galego de Identificación de Animais de Compañía, se refieren solo a los ataques de perros identificados con microchip -en el caso de Covelo, los animales que atacaron a la mujer no tenían dispositivo de identificación-.

Precisamente ayer, la asociación animalista Libera dijo que el ataque de este fin de semana «evidencia la falta de inspecciones y control» sobre el bienestar animal y advirtió de las «facilidades para poseer un animal doméstico». Asegura que muchos de ellos ni siquiera están identificados.

Las sanciones

Las sanciones administrativas por daños que causa un animal pueden llegar a los 30.000 euros cuando se pone en riesgo la salud pública o la seguridad de personas o animales, según la Lei de Benestar Animal aprobada por el Parlamento de Galicia. Las sanciones muy graves, según esta norma, van desde los 5.001 euros a los 30.000, mientras que las graves, con multas de entre 501 y 5.001 euros, incluyen incumplimientos como la no identificación de los animales cuando es obligatoria. También se pueden determinar medidas como el decomiso de los animales.