Las danzas más antiguas siguen muy vivas

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

CANGAS

Ranchos de Reis, sanrroquiños o penlas mantienen ancestrales tradiciones en el área viguesa

21 ene 2023 . Actualizado a las 11:58 h.

La desinhibición es consustancial a la danza, como también lo es la expresión de sentimientos y la socialización. La humanidad dio un paso adelante y se volvió mucho mejor cuando comenzó a danzar en grupo. Ese rito conjunto fue modelándose con el paso del tiempo en las distintas sociedades, dando lugar a diferentes maneras de bailar según requiere la ocasión. Como expresión artística, como comunicación con los dioses, como símbolo de la unidad social o simplemente para desfogarse, el baile ofrece infinitas formas en todo el mundo. En el sur de la provincia de Pontevedra se conservan varias danzas muy antiguas relacionadas con fechas concretas. Las seguimos.

Ayer fue el día de san Sebastián, festividad que en Aldán tiene un significado especial. En esta parroquia de Cangas han logrado mantener viva una danza que, según algunos, tiene una antigüedad de cuatrocientos años. Participan en este baile diez galanes, cinco damas y un guía. Con la salida de la procesión desde la iglesia parroquial, el grupo de danzantes van junto al santo sin darle nunca la espalda. Los hombres llevan traje negro, con una colorida banda, sombrero de fieltro y zapatos negros. Las mujeres van de blanco y con mantón de Manila, mandil negro, pañuelos de distintos colores sobre los hombros y unos vistosos sombreros adornados con flores y cintas. El guía es el director del baile.

En Cobres, en el municipio de Vilaboa, de sábado a martes de carnaval, resurge una danza muy colorista debido a los trajes empleados por sus danzarines. Es un acto que tradicionalmente se realizaba para solicitar el aguinaldo de los vecinos.

El grupo de danzantes recorre las dos parroquias de Cobres, parándose delante de las casas. Allí, las madamas y los galanes, acompañados por músicos, bailan, normalmente muiñeiras, jotas o pasodobles, y esperarán la propina. Dependiendo de la cuantía habrá bomba o silencio.

En Redondela, coincidiendo con el día de Corpus, realizan otra danza llamada de las espadas y las penlas. Participan, por un lado, veinticinco jóvenes danzarines, y, por el otro, las penlas, que son dos niñas, de entre tres y cinco años, vestidas de blanco y con pequeñas alas. Están sobre los hombros de las «burras», dos mujeres que simbolizan a sus madres y que tradicionalmente han representado al gremio de las panaderas.

Los bailarines visten con camisa y pantalón blanco, zapatillas blancas y banda. Además, llevan fajín de distintos colores, rojo o verde. Los cuatro últimos, conocidos como, «abaelas» o «rabelos», llevan fajín de color azul. Todos portan espadas y castañuelas. Una gaita y un tambor proporcionan la banda sonora. Esta danza se vuelve a repetir el domingo siguiente en Vilavella. Esta es una de las denominadas danzas blancas, cuyos orígenes son gremiales y tienen en común el uso de ropas blancas, aunque suelen variaR los complementos.

Tradicionalmente, la Festa dos Maios iba asociada a una danza en la que los participantes giraban en torno a un palo, moviendo unas cintas. En la mayor parte de Galicia se ha ido perdiendo esa tradición. Los vecinos del Casco Vello de Vigo la incorporaron a la fiesta que dedican todos los años el renacer de la vitalidad de la naturaleza.

En Baredo, Baiona, en julio también se le baila a la Virgen del Carmen. Lo vienen haciendo desde el siglo XVI, pero el pasado año hubo una novedad. Por primera vez se incorporaron a la danza las mujeres. Es otra de las danzas blancas de la zona.

De vuelta a Cangas, el 16 de agosto, festividad de san Roque, en O Hío se desarrolla otro baile que tiene la peculiaridad de que solo es bailado por hombres, a pesar de que hay damas entre sus personajes. Son dieciséis los participantes, diez hacen de galanes y cinco, de damas, que también les llaman sanrroquiños. De hecho, estas figuras van vestidos según la iconografía del santo peregrino. Los galanes portan camisa y pantalón blanco, chaqueta azul y sombrero de fieltro. Todos siguen las instrucciones del guía. Tras la misa solemne, con el inicio de la procesión comienza la danza, que conlleva genuflexiones cada poco tiempo en el trayecto de ida, mientras que en el de vuelta el ritmo es más vivo. El día antes y el propio día de San Roque, en Mouriscados, Mondariz, se desarrolla otra danza blanca en la que participan ocho jóvenes bailarines, vestidos de blanco, con fajas y paños de colores, y sostienen en las manos unas cintas de colores.

La siguiente cita con la danza antigua y singular de la comarca se produce nuevamente en Cangas. Tiene lugar el 8 de septiembre, festividad del nacimiento de la Virgen María, y se desarrolla ante la iglesia de Darbo, donde se celebra la romería más importante del municipio. Esta contradanza se remonta, al siglo XVI. Nuevamente, hay galanes y damas. Los danzantes se organizan por filas y cada una de ellas cuenta con un guía, que se distingue por llevar un penacho de colores. Las mujeres visten hermosos trajes con floreados sombreros, mientras que los hombres portan extraños atavíos, como aparatosos pendientes de arcaicos diseños. Ese mismo día también acoge danzas blancas en el Libramento de Arbo y en la Virxe da Franqueira, en A Cañiza.

Hace unos días, fueron varias las localidades de la comarca de O Condado que repitieron una costumbre ancestral, los Ranchos de Reis. Son grupos de personas que recorren las casas de una localidad, bailando y tocando durante la víspera y el propio día de Reyes para obtener un aguinaldo. Es una costumbre antiquísima de muchas zonas de Galicia que se ha ido perdiendo con el paso del tiempo. Sin embargo, en la comarca de O Condado goza de muy buena salud. Actualmente, están en activo los ranchos de Riofrío, en Mondariz; As Cortellas, Fozara, Guláns, Pedra da Garza, Muíños de Oliveira y Rancho da Feira, en Ponteareas; Fornelos y Lourido, en Salvaterra, y el de Salceda. En esta danza blanca los participantes van adornados con sombreros, joyas, collares, plumas, telas de colores y otras indumentarias.