Xavier Deltell: «La gracia del monólogo está en que el público se sienta identificado»

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

CANGAS

El cómico Xavier Deltell
El cómico Xavier Deltell

El actor catalán actuará hoy en el auditorio de Cangas y mañana en el de Catoira

14 oct 2022 . Actualizado a las 21:31 h.

El auditorio municipal de Cangas acogerá el 14 de octubre, a partir de las 21.00 horas, el monólogo Dando la nota, del cómico catalán Xavier Deltell. Al día siguiente, el sábado 15, estará en el auditorio de Catoira a partir de las ocho de la tarde. Las entradas se pueden adquirir a 9,95 euros en oferplan.lavozdegalicia.es o en ataquilla.com a partir de 14 euros más gastos.

—¿Qué hay detrás de este título?

—Jugaba con las palabras para definir un personaje que allá donde va siempre da la nota, pero de fondo hay un repaso a la época de las discotecas, un tiempo en el que la forma de entablar nuevas relaciones era muy diferente a la de hoy en día. Recorro muchas cosas de entonces, desde cómo bailábamos a cómo intentábamos llamar la atención de alguien que nos interesaba. Pero también hablo de las nuevas tecnologías y las redes sociales.

—¿Va dirigido a un público etario concreto?

—No, aunque es cierto que mucha gente me recuerda de la época de Crónicas Marcianas, pero también viene a verme gente joven que me ha descubierto a través de La que se avecina o por mi participación en diferentes programas más actuales. Estos se lo pasan muy bien porque les hablo de cosas que, a lo mejor, no conocían, o se las escucharon a sus padres. Todo el público que viene a verme, en un momento u otro, se va a sentir identificado.

—¿Qué considera imprescindible en un monólogo?

—Yo cuando afronto un espectáculo pienso en vivencias propias porque creo que la gracia de los monólogos está en conectar con el público y que se sienta identificado con lo que le estás contando. Que vean que eso que les cuentas también les ha pasado a ellos. Toques temas antiguos o modernos, hay que conseguir que el público se vincule con el asunto. También depende de cómo lo cuentas, y ahí cada uno tiene su estilo.

—¿Le gusta interactuar con el público e improvisar durante el espectáculo?

—Yo juego bastante con la improvisación. Es una de las partes que más me gustan porque la interactuación con el público te permite acercarte más a él, aunque siempre desde un punto de vista divertido.

—¿Nota si durante todos estos años ha cambiado la relación entre los artistas y el público?

—Los tiempos cambian, pero creo que hay una base en las cosas del humor que se mantiene. Claro que hay un tipo de chistes que se contaban hace 20 años y que hoy es impensable. Por otro lado, parece que los monólogos son un invento actual, pero muchos recordamos los maravillosos monólogos de Gila o las actuaciones de Tip y Coll. Funcionaron entonces y funcionarían hoy. Todo depende de cómo es el cómico y cómo desarrolla el espectáculo, porque hay gente que sale al escenario y ya te estás riendo, y no ha dicho nada. Ahora, también es cierto que gracias a las redes sociales hay muchísima gente que se ha lanzado, cuando antes era más difícil llegar a un programa de televisión.

—¿Qué supuso en su carrera Xavier Sardá?

—Mucho. El hecho de que contara conmigo en Crónicas Marcianas me abrió puertas. Yo estaba haciendo un programa en la televisión autónoma catalana y a él le gustó lo que hacíamos, así que estuve todas las temporadas del programa con él. Fue algo que marcó a toda una generación y me dio a conocer al gran público.

—¿Qué no ha hecho desde entonces?

—Subir a un cohete o algo así. Sí es cierto que en este tiempo he tocado diferentes palos. He tenido la oportunidad de hacer radio, que es el medio en el que empecé. Después llegó la televisión; comencé a hacer cositas pequeñas en teatro, luego ya una gira muy importante con Carlos Latre. Después también empecé a hacer mis monólogos. Incluso hubo una época que escribí artículos de humor en prensa. O sea que sí, que me he movido en casi todo.

—¿Cómo está siendo la experiencia en MasterChef Celebrity?

—Yo me lo estoy pasando francamente bien. Es un programa muy divertido y, sobre todo, hemos creado una gran amistad entre los participantes; no sé como fue en otras ediciones, pero nosotros somos una piña de amigos.