Las Naves de Ojea estuvieron ocupadas desde comienzos del siglo XX hasta el 2018, año en el que acabó la cesión de las últimas conserveras y el Estado decidió no prorrogarlas. El proyecto para la desafectación de este espacio de más de 30.000 metros cuadrados de extensión, incluidos en el dominio público marítimo terrestre, está abandonado.
El proyecto de desafectación iniciado en el 2015 sigue pendiente del informe del ministerio, recordó el diputado del BNG en el Congreso hace unos meses cuando visitó este espacio para intentar desbloquear el procedimiento. Rego ha presentado una pregunta al Congreso, pendiente aún de respuesta, en la que se interesa sobre los plazos para llevar a cabo esta reconversión de la titularidad. «A situación de grave deterioro e o perigo de derrube aumenta co paso do tempo, polo que é preciso e urxente axilizar os trámites que permitan destinar esta zona para un uso público, seguro e en beneficio de toda a veciñanza», advirtió ya en julio al Congreso.