Vecinos y visitantes ven bien que se retomen las medidas del verano
07 jun 2021 . Actualizado a las 20:09 h.El temor a que las playas de Cangas pusieran el cartel de completo el fin de semana se disipó al menos ayer y a la espera de lo que pase hoy. La afluencia de usuarios era más bien discreta en la mayoría de los arenales. Las restricciones de tráfico en todas las playas, excepto Rodeira, Nerga, Menduíña, Vilariño, y un tramo de Liméns, tampoco tuvieron mucha incidencia. Los bañistas que llegaban a pie hasta las calas con limitaciones se mostraban encantados con la medida de retirar los vehículos del entorno de la playa.
«Es la primera vez que vengo este año, dejamos el coche arriba siempre, así que, a nosotros no nos supone inconveniente», comentaba Víctor Outeiro al llegar a la playa de Francón.
«Muchos veranos hay tanta gente que a los vecinos de la zona les resulta imposible aparcar y es un problema. Creo que el hecho de no poder llegar hasta la misma playa con el coche echa para atrás a mucha gente», añade Gabriel Portela.
Para Mar Fernández, la masificación del verano es una locura y todo lo que sea evitarla, está bien. Los tres proceden de la zona.
No es el caso de Suso González, Carlos Costa y Andrés González, quienes han llegado de Ourense, aunque tienen piso en Cangas. «Vinimos en coche hasta la carretera principal y lo dejamos allí. No sabíamos que había esa restricción y está bien que tengas que dejarlo arriba, tampoco son tantos metros los que hay que andar y viene bien. Esto sigue siendo un paraíso y lo estropeas si lo llenas de coches. Ahora iremos desde Francón a Menduíña por las rocas», comenta el grupo. A esta última playa sí se puede llegar en coche y no hay más que echar un vistazo para verlos aparcados casi en la orilla, nada que ver con la imagen de Francón.
Otro de los arenales con prohibición de tráfico hasta las inmediaciones es Areacova. Marta, una joven de Vigo con vivienda en Cangas, lo tiene claro: «Me parece bien la medida, la gente que quiere ir con el vehículo se va a otros sitios».
De la misma opinión son Andrés y Ana Sancha, de Salvaterra: «Bajamos andando, es sano, la gente que pueda caminar, que camine y hemos cogido una ruta que tiene una buena balconada. Si viene una ambulancia o una persona que no puede caminar ya hay unos espacios destinados a eso y es suficiente. Es una especie de selección natural, el que quiera coche va a otras playas».
Tampoco Fernando, responsable del restaurante Areacova, en la misma playa, pone reparos a la normativa. «Como tenemos aparcamiento no hay problema, hacemos la reserva por correo electrónico y de esa forma se garantiza párking y mesa y no hay riesgo de multa porque llegan con permiso», explica.
En Vilanova (Hío) no están tan satisfechos. Pedro Sánchez, un vecino de la zona, dice que aunque la playa es de acceso libre para vehículos, en la práctica todos son caminos con señales de prohibido. «Hay unos 800 metros para andar por todas las pistas, pese a estar asfaltadas».
Victoria Portas: «O virus non sabe de prohibicións, debemos ter responsabilidade»
La alcaldesa de Cangas, Victoria Portas, volvió ayer a hacer una llamada de atención para evitar un rebrote del covid en el municipio. «Cangas é un pobo que recibe cos brazos abertos a todo o que queira desfrutar do noso medio natural e o respete, pero nestes momentos o primeiro é a seguridade, a sáude e a vida da nosa xente e o virus non sabe de normas e prohibicións. Agora debemos ter responsabilidade individual cara a nós e cara aos que nos rodean», indicó.
Ya el día anterior, Portas hizo público un comunicado en el que advertía del aumento de casos de covid en los últimos días en el municipio y llamaba a la población a actuar de forma responsable con el fin de evitar más perjuicios sanitarios, sociales y económicos para el municipio.
En opinión del concejal de Seguridad, Adrián Pena, en principio, parece que las medidas adoptadas están causando su efecto al comprobar la Policía Local que ayer no se registraron aglomeraciones en las playas.
Los agentes municipales controlaron el acceso a algunos de los arenales con restricciones de movilidad o sin ellas. Uno de los puntos de vigilancia se situó en la carretera que va hacia Aldán, en concreto en el cruce que conduce a las playas de Areacova y Menduíña.