Las restricciones de acceso a las playas de Cangas enfadan a los dueños de «leira-párkings»

Monica Torres
m. torres CANGAS / LA VOZ

CANGAS

marga mosteiro

Reclaman al gobierno local que deje sin efecto esta medida

25 jun 2020 . Actualizado a las 01:52 h.

La prohibición de acceder en coche a las playas de Cangas sin tarjeta suscita polémica también entre los propietarios de los aparcamientos de Hío, que se ubican principalmente en zonas junto al mar de Pinténs, Nerga, Viñó y Vilanova y que se conocen popularmente como leira-párkings. Una veintena de ellos suscribe el comunicado que ayer remitieron al gobierno local solicitando que dé marcha atrás y no restrinja el tráfico rodado

Esgrimen argumentos económicos y sanitarios. Afirman que es una medida discriminatoria «porque solo afecta a los arenales a los que se accedía por viales municipales, ya que el Concello no tiene competencia sobre los demás». Cuestionan los criterios sanitarios también ya que, aunque se pretende reducir el número de personas sobre la arena para asegurar la distancia de seguridad, ellos advierten que «se multiplica el riesgo en los caminos del pueblo porque los usuarios han de acudir a pie, poniendo en mayor riesgo a los vecinos».

Estos vecinos que explotan aparcamientos rurales en Hío destacan que no buscan confrontación alguna «sino colaboración y buena voluntad para intentar que la afluencia de los turistas a nuestras playas sea lo más ordenada posible». Recuerdan que ellos cumplen con sus tributaciones, como autónomos y que además pagan el impuesto de actividades económicas por la guarda y custodia de vehículos en terrenos sin edificar, pero que si aún les llaman «alegales», es porque el Concello, tras una década de demandas, aún no ha buscado una fórmula u ordenanza para legalizar estos aparcamientos.

Los afectados señalan que no es lógico imponerles una limitación de cincuenta vehículos por parcela sin tener en cuenta la extensión de cada terreno ni la capacidad real de cada uno de los arenales sobre los que se extiende esta nueva normativa. Ellos consideran que sus aparcamientos favorecen la distancia social y que de ellos depende que los bañistas habituales de los municipios limítrofes continúen yendo a las playas de Cangas. «Son muchísimas las personas de Vigo y alrededores que quieren venir y no comen ni tienen segundas residencias así que no tienen tarjeta para poder pasar y eso no es bueno», defienden.