La restricción de tráfico a 35 arenales comienza el 1 de julio
10 jun 2020 . Actualizado a las 23:50 h.«Nunha semana xa temos 500 solicitudes de tarxeta para coches», confirmó ayer a La Voz el alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos. La medida de limitar el acceso rodado a los arenales del municipio a los foráneos, que tanto revuelo suscita fuera de la localidad, está siendo aplaudida en el vecindario.
La decisión soluciona dos problemas, argumentan sus defensores: parroquias como Hío o Aldán soportan cada año atascos interminables que afectan seriamente a los residentes que viven en la zona, por incumplimientos a la hora de aparcar que, en ocasiones, dejan enclaustrados a los vecinos en sus propias casas; y, además, el municipio que triplica su población durante el verano y es uno de los destinos preferidos de los vigueses tiene muchos arenales en los que es especialmente difícil mantener los límites de distanciamiento social que prevé la normativa para la época estival.
El número de solicitudes que ya ha recibido el Concello evidencia el interés de los propietarios de segundas residencias por poder volver a Cangas tras un confinamiento que han pasado fuera. «Xa se comezaron a emitir tarxetas. Mándanse por correo electrónico, levan a matrícula de coche autorizado e poden imprimirse», indica Pazos. Y añade: «Os residentes non a precisan xa, só os das segundas residencias e non só unha por domicilio, senón dúas ou ata tres en función de cada caso e necesidade».
Los hosteleros y gerentes de casas rurales u otros alojamientos turísticos del municipio también contarán con un número concreto de tarjetas para que ellos puedan facilitársela a sus clientes y que las utilicen únicamente durante la estancia en sus establecimientos.
El sistema entra en vigor el primer día de julio. A partir de entonces, quienes quieran tomar el sol o darse un baño en alguno de los 38 arenales del municipio cangués tendrán que aparcar el coche y ponerse a caminar, entre 1,5 y 2 kilómetros de media, según el caso.
Solo tres arenales se salvan de esta norma. Son los de Nerga, Menduíña y, en pleno centro del pueblo, Rodeira. «As estradas que dan ás dúas primeiras son de titularidade provincial, polo que o Concello non ten competencia e polo tanto non pode restrinxir o tráfico, e a de Rodeira é urbana, calquera vai a pe», señala el alcalde. Pazos ha avanzado también que, con independencia de esta medida, se reforzará el control de las zonas de aparcamiento para asegurar el cumplimiento de las normas y el uso correcto de los espacios públicos.
La policía velará por el cumplimiento de la ley para evitar escenas como las de otros años, con casos de vecinos a los que se les atascaban garajes con coches en vados.