Barreiro y Aldán aíslan a los curados hasta que den un nuevo negativo

CANGAS

M.Moralejo

Dados de alta cuarenta usuarios en la residencia de Cangas y 21 en la de Chapela

01 may 2020 . Actualizado a las 21:21 h.

Cuarenta de los 87 ancianos que seguían afectados por el coronavirus en la residencia DomusVi de Cangas, fueron declarados ayer médicamente curados del covid-19. Es el mayor contingente de altas registrado en las residencias del área de Vigo, en la que la de Aldán se llegó a convertir en el principal foco de contagio de toda Galicia cuando llegó la pandemia a la comunidad. De seis casos declarados el 30 de marzo se pasó a 108 al día siguiente.

Ahora, por primera vez, el centro intervenido por la Xunta cuenta con más negativos que positivos en coronavirus, y sobre el terreno «se empieza a tener la sensación que lo peor ya pasó», expresan fuentes conocedoras de la situación interna. La residencia, al igual que la de Barreiro, está divida ahora en tres sectores: uno para los que nunca han dado síntomas de contagio, otra para los que acaban de recibir el alta, y otra para los contagiados. No se permite la interrelación entre cada área, según expresan responsables de la intervención.

Los mayores curados serán sometidos a nuevos test para certificar que ya nos son portadores del virus y reintegrarse así al área de los no contagiados.

En la residencia de Cangas fallecieron 20 mayores y una cantidad similar lo ha habría hecho en hospitales de Vigo, pero la Xunta dejó de notificar la procedencia de las víctimas mortales el 9 de abril, cuando el complejo de Aldán ya había perdido a cinco de sus residentes en instituciones sanitarias.

El alta masiva en Cangas coincide con otra notable en el centro de discapacitados de Chapela, donde la Consellería de Política Social constata 21 personas que ya no dan positivo y dos de sus trabajadores. Quedan aún otros 16 residentes afectados por la pandemia y 15 empleados, en un centro en el que fallecieron dos de sus usuarios.

En los centros asistenciales de Vigo quedan 175 usuarios contagiados (llego a haber 262) y 79 trabajadores (hubo 87). Son once los centros aún afectados, a los que se une la residencia de tiempo libre de la Xunta en Patos, donde no hay ya ningún contagiado, pero que llegó a sufrir dos infectados que dieron allí positivo, falleciendo una de ellas en la madrugada del pasado lunes, según informaron sus familiares.

Crítica

Precisamente organizaciones de familiares de residentes, de trabajadores y de defensa de las pensiones y los servicios públicos constituyeron ayer la Alianza Galega polos Servizos Sociais Públicos para Maiores e Dependentes (ASSP), crítica con el modelo de gestión de la mayoría de los centros para ancianos y discapacitados. En su presentación dirigen una carta al presidente de la Xunta en la que le acusan de «ter ignorado durante anos, sistematicamente, as queixas, denuncias e reclamacións que, sobre as frecuentes carencias, malas prácticas e neglixencias que existían nas residencias, realizamos os familiares, os traballadores das mesmas, ou as asociacións de pensionistas».

ASSP acusa a la inspección de residencias y a la dirección xeral de maiores de «mirar para outro lado dende hai anos». Consideran «unha falla de respecto manipular escandalosamente as cifras» o no dar información suficiente a las familias.