La Guardia Civil investiga penalmente al vecino de Cangas que la hizo por un delito de imprudencia grave y un fuego que calcinó 7,5 hectáreas en dos días
28 sep 2019 . Actualizado a las 20:29 h.La barbacoa que decidió hacer un vecino de Cangas fue la que desató el incendio que calcinó 7,5 hectáreas en el paraje natural de Punta Couso y amenazó a una urbanización entera de viviendas de Hío.
La Guardia Civil investiga ahora penalmente a este hombre por un delito de imprudencia grave ya que la investigación considera que los restos de la barbacoa que hizo y que, supuestamente, abandonó en la zona fueron el detonante del incendio que puso en jacque a numerosos efectivos y medios de emergencia que trabajaron contrareloj para evitar consecuencias aún más devastadoras. La Guardia Civil indica que el incendio de la Costa da Vela se produjo en un paraje catalogado como Espacio Natural de Especial Conservación.
La celeridad de los medios de extinción, tanto aéreos como terrestres, consiguieron sofocarlo pero afectó a una extensión de superficie rasa de 4,5 hectáreas el primer día y a otras 2 de masa arbórea y 0,2 de monte bajo, dos días después. Las pesquisas realizadas por un Equipo Multidisciplinar de Investigación de Incendios Forestales de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, en estrecha colaboración con la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF XIX) de la Xunta de Galicia, permitieron localizar los restos de las brasas de la barbacoa y definirlas como posibles causas de la ignición, indica la Comandancia de Pontevedra.
Esta acción objetivamente negligente, destaca la Benemérita, se convierte en temeraria teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas del día. Había un Índice de Riesgo Diario de Incendios (IRDI) extremo con rachas de viento de norte, de hasta más de 30 kilómetros por hora, calor y sequedad en la masa vegetal. Las diligencias instruidas se entregaron en el Juzgado de Instrucción de guardia de Cangas. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil advierte por enésima vez del potencial peligro que suponen las barbacoas y parrilladas, ya que con relativa frecuencia originan de manera imprudente un importante número de incendios forestales, al incumplirse las prohibiciones establecidas y llevarse a cabo en condiciones climatológicas de riesgo extremo e idóneas para la propagación del fuego.
