Abuelos Solidarios de O Morrazo celebrará su décimo aniversario con una comida benéfica

x.r.o. BUEU / LA VOZ

CANGAS

ADRIÁN BAÚLDE

El colectivo organiza eventos para recaudar fondos para personas necesitarias

18 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando cierra la persiana de la joyería que lleva su apellido, José Castro se dedica a la beneficencia. Abuelos Solidarios de O Morrazo surge en el 2009 al nacer la nieta mayor del joyero, Carmen. «Yo quería celebrar una comida especial por su nacimiento. Un día se lo comenté al párroco y decidimos hacer un programa conjunto con Cáritas», explica el portavoz de la asociación, que ya conocía el tipo de necesidades a las que se enfrentaba, después de su experiencia con el colectivo humanitario.

Desde entonces, una comisión de doce personas organiza cada verano un evento con el objetivo de recaudar fondos para los ancianos más necesitados. «Primero celebramos una misa, que será en la ex-colegiata de Cangas», explica el responsable. Luego se reúnen en una comida benéfica, que cada año logra juntar «a más de 200 personas» de toda la comarca. «El plato es de 40 euros», indica Castro, «35 son para la comida y 5 para los abuelos». Además, siempre cuentan con un invitado especial. En esta ocasión, acudirá el almirante Bolívar Piñeiro. La cita será el 1 de septiembre en la carpa del restaurante Loureiro, en Bueu.

Necesidades sin reclamo

Aunque cubrir las necesidades más urgentes de los mayores -una silla de ruedas, una grúa para levantarse de cama o una cama articulada- es la prioridad de esta organización solidaria, nunca hubo reclamación alguna a lo largo de esta década. Ante la ausencia de peticiones, la alternativa pasa por destinar la cifra total recaudada a Cáritas en alimentación. «Este año donamos 1.350 euros en alimentos, y eso es cerca de una tonelada», valora José Castro.

Para este joyero solidario, un proyecto así supone una ayuda importante para los más necesitados. En el folleto informativo que reparten por los municipios de Bueu, Cangas y Moaña aparecen las manos de los cinco nietos de Castro. Bajo la ilustración, un lema reza: «Para ellos, no hay mayor recompensa que la de vernos crecer a su lado».