Una benefactor anónimo se ofrece para salvar el comedor social de Cangas

Monica Torres
mónica torres CANGAS / LA VOZ

CANGAS

Oscar Vázquez

«Tranquilos que nadie los va a echar de ahí», le dijeron ayer por teléfono a la responsable del servicio

19 ene 2019 . Actualizado a las 19:38 h.

«Ustedes estén tranquilos, que de ahí nadie los va a echar». La llamada más esperada por la asociación de caridad Santiago Apóstol, al frente del único comedor social de O Morrazo, se produjo ayer por la mañana. Ángela Rodas Castro no ocultaba su alegría contenida pese a no saber mucho más de su interlocutor. Ella, que empezó el año llamando a todas las puertas para que no se cerraran las del comedor que sirve a 120 familias de la comarca, hablaba ayer del «milagro» obrado. Poco más recordaba de la conversación que mantuvo con la persona que la llamó a media mañana.

«No tenemos ni idea de quién es ni si en algún momento querrá que trascienda su nombre, pero entendemos que es un empresario que ha acudido al auxilio y eso es lo importante», explicaba emocionada el alma mater de este comedor. Es consciente de que, aunque se aferran al ofrecimiento con los ojos cerrados, falta ponerlo sobre el papel para asegurarlo. Sabe que quizás es prematuro soltar las campanas al vuelo pero también cree que hay que poner algo de luz a una situación que ensombrecía aún más el duro día a día de sus usuarios. Vivir en primera persona la desesperación de las familias le obligaba también a hacerles partícipes de esta buena nueva aunque falten papeles. «¿Mañana aún vais a estar aquí para darnos de comer verdad?». La dureza de la pregunta a la que le ha de hacer frente a diario desde que se hizo pública la subasta del local le obliga a hacer partícipes a sus comensales de la llamada que podría poner fin a la inquietud que sufren desde hace semanas. No quieren hacerse ilusiones pero tampoco renunciar a ellas cuando más las necesitan. «Solo nos dijeron que estemos tranquilos y que nuestro abogado les mande toda la documentación del comedor y de la asociación», visiblemente emocionada

La compra del local que ocupan desde hace una década gracias al benefactor que se lo alquiló por 1 euro al año por un fondo de inversión con sede en Luxemburgo, multiplicó la inquietud. Los grupos con representación municipal también hicieron un frente común para intentar mantener el servicio. Han iniciado contactos con representantes del fondo en España, para que los nuevos dueños pudieran ceder el local en condiciones ventajosas con un alquiler que sea asumible para los inquilinos. El pleno intentará también aprobar un acuerdo conjunto para instar un acuerdo con los gestores del fondo, aunque implique directamente a la administración municipal.

Sirven desayuno a todo aquel que aparezca por la puerta y, de media, unas cincuenta comidas de lunes a viernes. Además los martes por la tarde hacen el reparto de ropa y otro día a la semana se centran en entregar 70 bolsas de alimentos a otras tantas familias que, por diferentes razones, no pueden o prefieren no acudir al comedor.