O Facho gana otras diez construcciones tras una década sin excavaciones

Monica Torres
mónica torres CANGAS / LA VOZ

CANGAS

CEDIDA

Arranca la recuperación del castro y del santuario con más aras del norte español

23 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Aquellos que peregrinen a San Andrés de Teixido, porque según la tradición si no se visita de vivo se hace de muerto, han de ir también al Monte Facho. Hace quince años que se confirmó y se destapó el santuario de Berobreo, al que se invocaba por problemas de salud. Poco se sabe de este dios local, pero según apunta el arqueólogo Rafael Rodríguez, se considera que fue antecesor de San Andrés. El caso de Cangas es singular por varios motivos. Uno de ellos es precisamente «que es el único asentamiento del noroeste peninsular con tal cantidad de aras y altares votivos, es espectacular y mágico», indica el experto.

La octava campaña de excavaciones del castro galaico-romano de O Facho, que permitirá hacer del yacimiento y el santuario un museo al aire libre, arrancó ayer bajo la dirección del arqueólogo Diego Pyais. Se trata de una intervención de la Diputación en el marco del protocolo firmado con el Ministerio de Fomento para la puesta en valor de los yacimientos galaicos romanos de la provincia. Esta actuación posibilitará que «O Facho tenga el museo al aire libre que se merece, un parque de unos 2.200 metros cuadrados consolidados, porque ahora se va a ampliar otros 200».

Los trabajos comenzaron con el desbroce del entorno de las estructuras que se descubrieron entre los años 2003 y 2008, cuando se sucedieron las campañas arqueológicas más fructíferas. La del 2014 se limitó a labores de limpieza.

En el parque, avanza Rafael Rodríguez, no solo incluirán las 55 construcciones que se localizaron en el 2008 si no que intentarán recuperar y consolidar otras diez así como los muros de alzamiento y parte de la muralla por lo que el conjunto servirá para interpretar su ocupación entre los siglos IV antes de Cristo al II después de Cristo. Hasta ahora y, pese a la maleza que invadió el conjunto, solo era visitable parcialmente y ni siquiera se habían concluido las excavaciones anteriores. Los arqueólogos destacan el valor del centenar de aras que suman al conjunto de piezas en bruto y altares, la mayoría en forma de estela que se rescataron en las últimas intervenciones. «No hay constancia de un lugar así de prolífico», insiste el arqueólogo. Es decir, que entre los años 100 y 300, miles de personas ascendieron a los 1.600 metros de altura que se encuentra el santuario para pedir los favores de Berobreo, por lo que este espacio fue un centro de peregrinación masivo. «Posiblemente vinieran peregrinos de toda Galicia y del norte de Portugal», considera Rafael Rodríguez. Se trata pues de un bosque de aras que también se diferencia, apunta el arqueólogo, por la singularidad de cada construcción. En otros yacimientos hay una homogeneidad por barrios o zonas pero en O Facho, «hay que ver casa por casa porque no es un castro al uso, dentro de cada vivienda no solo se encontraron elementos de la vida cotidiana si no otros vinculados posiblemente con ofrendas».

La presidenta, Carmela Silva, insistió ayer en el potencial del enclave. «Las últimas investigaciones defienden la hipótesis de que el Monte Facho ya era un lugar sacro antes de la llegada de los romanos, lo que convierte a este yacimiento en un lugar fundamental para conocer el mundo de las creencias en época romana y prerromana», resaltó.