Saturados de tanta tarjeta

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

CANGAS

Oscar Vázquez

Casi un 80 % de los viajes en transporte público de bus y barco se pagan por este sistema

24 feb 2018 . Actualizado a las 19:33 h.

Las carteras ya no son lo que eran. Ahora los tarjeteros están a reventar y los vigueses saturados con tantas cartulinas. Solo por razones de movilidad tienen que desplegar cuatro modalidades: la tarjeta verde si se trasladan en el autobús urbano, la metropolitana si se desplazan en barco a Cangas o a Moaña o en bus a concellos del área, la de la zona azul si quieren estacionar en las plazas de la XER y la tarjeta Renfe en alguna de sus múltiples modalidades. En breve empezará a funcionar la Pass Vigo, con la que los ciudadanos tendrán acceso al bus de Vitrasa y a otros servicios culturales y deportivos, además de al estacionamiento.

Al margen de las anteriores hay otras variedades como la tarjeta de acceso a la biblioteca municipal (gratuita), la sanitaria del Sergas y una infinidad correspondientes a grandes superficies, firmas y comercio, en general, con las que existe la posibilidad de pagar y de acumular puntos para futuras compras. A ellas se suman las clásicas de las diferentes entidades bancarias.

«No me aclaro muy bien, tengo que llevarla aparte porque si no, saco otra que no es», comenta María José Díaz, en la taquilla de la estación de ría de Vigo. Ella se dirige a Cangas y paga con la tarjeta de la Xunta para el transporte público metropolitano. De esta forma le sale el traslado en 1,30 euros frente a los 2,20 que tendría que abonar si lo hiciera en metálico. «Durante la semana la gran mayoría paga con tarjeta, porque suele ser gente que viene a trabajar a Vigo; el fin de semana no, porque viajan otro tipo de personas», explica una empleada de la naviera Mar de Ons.

Un razonamiento similar es el que hacen en el mostrador de Nabia sobre los viajes a Moaña. Calculan que en torno al 80 % de los traslados se hacen con tarjeta. Los precios son los mismos que a Cangas.

De momento esta tarjeta tiene un único uso para los desplazamientos marítimos al no sumarse el Concello de Vigo y su concesionaria del autobús urbano Vitrasa al plan de transporte metropolitano de la Xunta de Galicia.

Esta circunstancia hace que los vigueses tengan que recurrir a otra tarjeta más si quieren obtener descuentos cada vez que suben al bus. El precio con este bono verde es de 0,89 euros viaje frente a 1,35 si se paga en metálico. Además, la tarjeta da derecho a hacer dos transbordos gratuitos si tienen lugar en un plazo máximo de 45 minutos. Sobre un 10 % de los viajes son transbordos. Esta cartulina de Vitrasa se podrá utilizar hasta el 31 de marzo, mientras que a partir de ese momento será sustituida por la Pass Vigo. De hecho, en la actualidad ya no se expide la tarjeta verde, por la que se pagaban cinco euros. Por el contrario, la primera Pass Vigo será gratuita.

Los importantes descuentos, tanto por carretera como por la ría, hacen que el uso de las tarjetas se haya extendido hasta el punto de suponer entre un 75 y un 80 % del total de los viajes.

A las tarjetas anteriores se ha sumado esta semana la del estacionamiento en zona azul. Si bien ya existía, hasta ahora era desconocida por los usuarios, al entregarse solo en la oficina de la empresa concesionaria. En la actualidad son los propios controladores los que las reparten entre los ciudadanos. El documento se puede recargar en la propia máquina expendedora hasta un valor máximo de 12 euros. Su desaparición está próxima, ya que según información del Concello, será sustituida por la nueva Pass Vigo, aunque no se ha dado a conocer la fecha del cambio.

La primera tarjeta sanitaria del Sergas es gratuita

En el abanico de tarjetas al que se enfrentan a diario los ciudadanos figura una familiar, la blanca y azul del Sergas que da derecho a las prestaciones sanitarias. La primera que se hace es gratuita, pero a partir de ahí, cuando se pierde o se hace una nueva, es preciso abonar 10,20 euros.Incluso aunque el motivo de la desaparición sea el robo y se haya cursado denuncia, es necesario pasar por caja. Lo que sí existe es la posibilidad de obtener un justificante en caso de extravío. Sustituye a la tarjeta durante el tiempo que se tarde en tramitar una nueva y permite también obtener las recetas en la farmacia. Se da el caso de algunas personas que se muestran reacias a pagar los diez euros y acuden una y otra vez a ver si hay suerte y repiten los justificantes.