El domingo negro ardieron 7.168 hectáreas más que en todo el 2006

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO VIGO / LA VOZ

CANGAS

Oscar Vazquez

Hace once años se calcinaron 11.316, por las 18.484 que acabaron inertes hace 19 días

19 nov 2017 . Actualizado a las 15:38 h.

El peor balance posible, y todo concentrado en 24 horas que permiten comprender el poder destructivo que esconde el fuego. El sur de la provincia de Pontevedra nunca vivió nada igual, no existen precedentes conocidos en relación a suelo quemado por incendios forestales. El pasado 15 de octubre, conocido ya como el domingo negro, ardieron en el contexto de Vigo y sus comarcas limítrofes 18.484 hectáreas. En el 2006, ejercicio de triste referencia en materia de fuego en los montes gallegos, y cogiendo como referencia la misma zona (de Cangas, Moaña, Soutomaior y Fornelos por el norte hasta la frontera con Portugal por el sur), el balance a final de año fue que las llamas habían arrasado 11.316 hectáreas. Por lo que el gran frente registrado hace 19 días fue más destructivo que los de hace once años en 7.168 hectáreas.

Padróns, en Ponteareas, fue el origen de buena parte de un infierno que instauró el caos en decenas de poblaciones y arrasó 8877 hectáreas. Ahí nació el frente más violento de todos, que luego avanzó hasta Redondela para seguir a Soutomaior y dejar completamente negra toda la ladera de monte que forma el interior de la orilla sur de la ría de Vigo, y que tan bien se puede apreciar al otro lado de la isla de San Simón.

La Consellería de Medio Rural ha puesto sobre la mesa el balance de una catástrofe intencionada que, casi cinco semanas después, sigue regresando a la actualidad más por las penurias de muchos afectados y por las confrontaciones políticas que por una gestión diligente. La propia Xunta reconoció a las pocas de iniciarse que cuatro focos estratégicamente prendidos de noche y el fuerte viento completaron la tragedia.

As Neves y Salvaterra se unieron más que nunca aquel día. El fuego llegó de Portugal saltando el río Miño para, posteriormente, salir y entrar de ambos términos a través de sus parroquias limítrofes. Solo el primer frente del que se tiene constancia, que comenzó en la parroquia de Santa María, se fueron al tacho 2.818 hectáreas, aunque ardieron otras muchas.

La cifra que se maneja se dispara hasta las 5.000, solo es la punta del iceberg de la situación en la que se ha quedado el sur de Pontevedra.

Las llamas entraron en 15 de los 62 municipios de la provincia en menos de 24 horas

Los datos revelan que el sur de la provincia se vio devorado por una ola de fuego que saltaba de municipio en municipio avivado por el fuerte viento y el terreno seco por la falta de lluvia. Fueron 15 los concellos afectados en toda Pontevedra, que tiene 62. Ponteareas, As Neves, Nigrán, Gondomar, Salceda de Caselas, Salvaterra do Miño, Mondariz, Fornelos de Montes, A Guarda, A Cañiza, Baiona, Oia, Mos, Gondomar y Nigrán forman el listado, pero, atendiendo a las cifras oficiales de extensión afectada, Mos y Oia resultaron las menos dañadas, al menos en propiedades e infraestructuras.

«Vivimos unha guerra, non había quen chegara»

La figura de José Luis Vicente se empequeñece entre decenas de árboles quemadas por el vial que comunica su casa en Meder, Salvaterra do Miño, y As Neves. Reconoce, a sus 76 años, que nunca vivió nada igual a los incendios del 15 y 16 de octubre, y lo sintetiza con la mirada fija en el monte quemado: «Vivimos unha guerra, non había auga que chegara». Igual de negro están otros muchos ayuntamientos del sur de la provincia, recuperando la calma en un otoño seco y luminoso que acentúa todavía más las secuelas medioambientales de una catástrofe sin precedentes por la gran cantidad de hectáreas que acabaron siendo pasto de las llamas. Foto ÓSCAR VÁZQUEZ