Arturo Grandal se pasa al PP mientras Cangas y A Guarda amarran sus flotas

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

CANGAS

XOAN CARLOS GIL

Salvaterra abre su puente con Monçao y en Ponteareas el BNG aplica una oposición total a José Castro

06 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Seragua se hizo, desde comienzos de 1995, con la gestión del agua y el alcantarillado de Cangas. La medida no gustó nada a la oposición, aunque no fue el verdadero problema de la localidad aquel año. El fin del acuerdo pesquero entre la Unión Europea y Marruecos dejó unos índices de paro en el municipio muy superiores a los del resto de Galicia. Mientras las negociaciones no avanzaban nada, los marineros salieron a la calle a mostrar su desesperación. Sus acciones fueron en algunos casos muy llamativas, como cuando secuestraron el barco de transporte de ría. En A Guarda la situación también fue asfixiante para los marineros, al igual que en Moaña, donde los concejales acordaron ceder sus dietas del mes de agosto a la caja común de resistencia de los marineros. Este municipio vivió un duro verano a consecuencia de los continuos incendios forestales.

El mundo del mar tampoco daba más alegrías en tierra. En las páginas de La Voz de Galicia se puede secuenciar el cierre de Massó, las consecuencias del final de Casa Mar y la crisis de Conservas Curbera.

Las noticias positivas llegaban por el Miño. En marzo se inauguraba el puente entre Salvaterra y Monçao, mientras que en diciembre comenzaba a funcionar el transbordador entre A Guarda y Caminha. Y como no hay dos sin tres, Arturo Grandal, alcalde de Salvaterra de Miño, abandonaba el PSOE para afiliarse al PP. Ya había pasado también por la UCD. Incluso se presentó como independiente en unas elecciones.

La presencia de Manuel Fraga en alguna localidad del sur de la provincia presuponía una inauguración. En septiembre le tocó a Baiona, que abría la senda peatonal de Monte Boi. En Tui fue en octubre. El presidente de la Xunta inauguraba en la ciudad fronteriza la restauración del órgano de la catedral. Aprovechó el viaje para dar su visto bueno al nuevo laboratorio de la Asociación de Investigaciones Metalúrgicas del Noroeste, en O Porriño.

Tras las elecciones municipales, a la corporación de Ponteareas llegaron tres concejales del BNG que propusieron una oposición total al alcalde José Castro. La tensión presidió casi todos los actos oficiales. En la villa del Tea, aquel año vieron cómo se inauguraba el tanatorio de Pompas Fúnebres del Condado para dar servicio a toda la comarca.

Los alcaldes de A Guarda, Oia, O Rosal, Tomiño y Tui se desplazaban hasta Vigo para presentar un proyecto conjunto de turismo rural, apoyado en la creación de distintas rutas de senderismo.

Con la llegada del PP a la alcaldía de Vigo se reactivó el proyecto de la mancomunidad, provocando el retorno de Mos y la entrada de Nigrán. Aunque esa misma circunstancia también alteró la tranquilidad de O Porriño y Salceda de Caselas, donde empezaron a correr rumores de que acogerían la empacadora que no querían los vecinos de Vigo.

1995 fue el año en el que la corporación de Tui dio la medalla de oro de la ciudad a Víctor Coyote.