«Mi madre era una criada y el Supremo me ha dado padre y escudo de armas»

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera PONTEAREAS / LA VOZ

CANGAS

marta ojeda

Un patrón de bajura de Cangas logra que la Justicia reconozca que su progenitor era un noble de As Neves

05 may 2017 . Actualizado a las 23:34 h.

Pa 

Era hijo «de la criada» y no tenía padre oficialmente. Después de tres años de batalla judicial, el Tribunal Supremo ha reconocido que José Jorge Castro es hijo de José Pereira Suárez, un noble propietario del pazo da Quinta del municipio de As Neves, donde se crio.

«Mi madre Diamantina, que tiene 87 años, era la criada y amante de José Pereira. Él nunca se casó y no tuvo hijos. Estoy muy feliz de que ahora se haga justicia y de que el Supremo reconozca que tengo padre», señala Castro, quien, tras esta sentencia, tendrá que cambiar sus apellidos.

En San José de Ribarteme, parroquia de As Neves, hay un viejo escudo heráldico con las armas de los Pereira, los Castro, los Montaos y los Moscoso. En la casa vivió en su día Josefa Pereira, que decía pertenecer a una familia que era conocida como «Matajudíos letras de oro» en Valladolid.

José Jorge (es apellido), que tiene 61 años, fue patrón de bajura en Cangas durante toda su etapa laboral. Tenía un pequeño barco y una planeadora y toda su vida estuvo preocupado para que reconociesen que su padre era el dueño del pazo en el que se crío.

«Mi padre me trataba como tal, pero no lo reconoció nunca oficialmente, aunque iba a las fiestas con mi madre, con la que tuvo una relación estable», relata este vecino de As Neves.

Pero lo que parecía fácil no lo fue tanto. José Pereira murió el 27 de mayo de 1983 sin reconocer a su hijo. Como este tenía clavada la espina, empezó a preocuparse por el tema, pero su primera mujer no le animó a seguir en esta línea y tras un primer intentó desistió.

Hace tres años retomó la iniciativa y acudió al juzgado de Ponteareas para que dictaminase. Pero se encontró con la oposición de sus primos, que no querían que se llevase a cabo el reconocimiento.

En el juicio se comprobó que era público en el pueblo que José Jorge era hijo de José Pereira. Una testigo, Pilar Pérez, afirma que desde que tiene uso de razón recuerda que su jefe trataba al demandante como su hijo y ejercía como padre delante de los demás. José Jorge «le llamaba papá con toda normalidad y él contestaba». También lo hacía delante del servicio y de los vecinos y su padre no le reprochó en ningún momento que se lo llamase en público.

Durante el juicio el hijo no reconocido por la ley presentó como prueba una fotografía de una boda en la que parecen retratados su madre, Diamantina Jorge Castro, con José Pereira.

Diamantina relató a la juez que empezó a trabajar para el padre de su hijo en la quinta de As Neves desde los 18 años hasta que su hijo cumplió tres. La relación duró doce años y en algunas ocasiones José Pereira la llevó a Vigo y a otros muchos sitios. Incluso apareció en la boda de Los Cuntines presentándola como su pareja

José Pereira Suárez se comportaba como el viejo anuncio de Sandeman y, según la sentencia, del juzgado de Ponteareas «lo iba a visitar en un caballo grande y vestido con una capa».

Durante el juicio hubo tensión porque los demandados se negaron a reconocer a su primo «incluso el letrado con sus preguntas, trató de poner en duda la reputación de la madre del demandante. Obviamente, cuando se formularon preguntas en este sentido fueron declaradas impertinentes», señala la jueza Paula Ventosa en su sentencia.

La abogada de José Jorge, Pilar García Pardo, también está satisfecha con la decisión del Supremo de confirmar la sentencia de la Audiencia.