«Me retiro. ¡Con 37 ya me toca!»

Míriam V. F. VIGO / LA VOZ

CANGAS

XOAN CARLOS GIL

Disfruta como el primer día, pero su cuerpo no responde igual; Muratovic será desde junio «un aficionado más»

05 mar 2016 . Actualizado a las 16:41 h.

Pospuso la decisión el año pasado animado por su técnico y sus compañeros, pero la temporada en curso será la última en activo de Alen Muratovic. Se retirará en el club donde ha vivido sus mejores años como deportista, que son, a su vez, los más dorados en la historia del Cangas. Cuando echa la vista atrás, al pasado lejano en el club y también al reciente, hay una palabra que repite una y otra vez: «Disfrutar».

-¿Es definitiva su decisión de poner punto y final a su carrera?

-Sí, ya iba a ser el año pasado y me convencieron. Pero llegó el momento. ¡Con 37 ya me toca! Es mucho desgaste, físicamente ya me cuesta, aunque en los partidos se vea otra cosa. Los sigo disfrutando mucho, pero a la mañana siguiente me duele todo. Por corazón podría jugar hasta los 50, pero por el cuerpo ya no.

-¿Cómo reaccionaron Pillo y sus compañeros?

-No se sorprendieron, porque soy el segundo más veterano del equipo, ya llevo tres años y dejo sitio para jugadores con un gran futuro por delante. A todos nos llega la retirada y este es el momento perfecto.

-Con un Cangas en una nueva temporada histórica. Ha vivido desde dentro en dos etapas los mejores años del club.

-Pues parece que sí (risas). Quizás en el futuro le vaya al equipo todavía mejor, pero hicimos unas campañas muy buenas, las más bonitas en la historia del club. Para mí fueron maravillosas.

-Si tuviera que escoger, ¿se quedaría con la primera etapa o con la segunda?

-Esta, porque estoy rodeado de chavales de la casa, es diferente, el nivel de balonmano también es otro. Hay un gran ambiente y lo he disfrutado de otra manera.

-Tambien como una segunda oportunidad tras su lesión.

-Sí, fue un regalo, una casualidad. Siempre digo que perdí tres años sin jugar, pero en el Cangas los recuperé con creces. Fue un tiempo maravilloso y unos años de balonmano que quedan para la historia del Cangas.

-¿Cuál fue su mejor momento?

-Quizá este último año fue el más especial por ganar diez partidos seguidos, que es algo que solo está al alcance de equipos de otra galaxia como el Barcelona, pero que no parecía que estuviera al nuestro. También estuvimos en la Copa Asobal y terminamos terceros la primera vuelta. Y todo lo que aprendí en este club.

-Y en el lado opuesto, ¿algún recuerdo negativo?

-La suerte es que hay muchos momentos positivos y pocos negativos. Lo negativo es solo cuando pierdes, estás cansado o sabes que podías haber hecho más. No hay nada malo, en realidad.

-Quedan diez partidos para terminar la Liga, ¿y después?

-La vida sigue. Voy a disfrutar de otras cosas, sobre todo de mi familia, de mis hijos Mayi e Ian, de dos años y nueve meses. También quiero visitar a mi familia en Montenegro, pero voy a seguir en Cangas y el año que viene voy a estar como uno más animando al Cangas con esa afición que tan bien me ha tratado siempre.

-¿Seguirá ligado de alguna otra manera al club o al balonmano?

-De momento, no. Entrenar es muy bonito, ¡pero hay que estudiar tres años! Si más adelante me surge algo relacionado, estupendo, pero no por ahora.

-¿Cómo cree que lo llevará cuando llegue el momento?

-Como ya estuve tres años retirado, ya sé lo que es. Lo echas de menos, pero te adaptas. La vuelta fue como volver a vivir después de haber muerto, disfrutando de lo que antes habías disfrutado. Pero ahora es definitivo.

-La despedida comienza de algún modo hoy contra el Argón, el colista. ¿Un partido asequible?

-No, va a ser complicado porque si no cogen puntos ahora se hunden. Pero a nosotros también nos toca ya ganar, coger ritmo y jugamos en O Gatañal, así que tenemos que aprovecharlo y ganar.

-¿Habrá un nuevo Cangas europeo sin Muratovic?

-Ojalá, se puede lograr. Y si no, a disfrutar de un año más en Asobal. Una vez hemos conseguido eso, todo lo que venga es bueno.