Camaño reabrirá en febrero A Casa da Mangallona con más de 3.000 obras
09 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.«Una monja de la Compañía de María me decía que me parecía D´Artagnan», cuenta Camilo Camaño Xestido, pintor, escultor y coleccionista de arte, propietario de la Casa Museo da Mangallona, situada en Coiro, Cangas. Vestido de negro riguroso y luciendo melenas bigotes y perilla como un mosquetero, el creador mantiene el duelo a capa y espada en pro de la justicia social y del medio ambiente. Lo hace a través de sus obras, muy en la línea gramsciana de entender el arte como vehículo para difusión de ideas que tienen su origen en el comunismo. Camaño ingresó en el PCE a finales de los años 60 y en la clandestinidad conoció e hizo amistad con Santiago Carrillo o Paco Rabal. «Un día me llamó el alcalde de Cangas para invitarme a comer y le dije que no podía que yo estaba aquí comiendo con Santiago Carrillo», rememora Camaño.
El artista se inició en el dibujo con 7 años pero a partir de los 15 comenzó a dedicarse intensamente a ello. En 1979 se convirtió en funcionario del Ayuntamiento de Cangas donde ha sido director de la Casa da Cultura y responsable local de Patrimonio. La condición de funcionario le permitió una libertad de movimientos y de creación que otros artistas no se pueden permitir, condicionados a los imperativos del mercado.
Camaño fue adquiriendo fincas y las ruinas de lo que fue la casa de la Mangallona. La vivienda perteneció a José Fraga, un indiano que regresó tras la guerra de Cuba y volvió a su parroquia natal. Su hija, apodada La Mangallona, habitó la casa y se hizo famosa en el entorno porque «bebía y fumaba como los hombres y mantenía relaciones con muchos de ellos». Era los años 20 del siglo pasado década y la mujer que provenía de un país donde la santería se mezcla con la religión acabó recibiendo en su casa a curanderos y meigas. «En esta casa se celebraron sacrificios humanos», asegura muy serio Camaño que reconstruyó las ruinas y amplió los espacios. Hoy la casa museo está formada por tres edificios que suman 2.000 metros cuadrados y unos jardines que miden 30.000. Lo primero que llama la atención, además de la cuidada arquitectura y la perfecta simbiosis entre lo nuevo y lo antiguo son las estatuas que pueblan los frondosos jardines. En ellos se da esa mezcla entre lo gallego y lo indiano que siempre a ha atraído a Camaño. Los castaños se alzan frondosos junto a palmeras que empiezan a dar síntomas de haber sido heridas por el temible picudo. La simbiosis entre lo americano y lo autóctono se puede observar en las paredes de la vivienda museo donde hay numerosos cuadros de afroamericanos. «La brasileña Xulia da Silva fue mi gran modelo. Con ella supe distinguir la sinfonía cromática de la negritud» dice en la parte superior de la vivienda donde un fresco dionisíaco decora el techo. Los autorretratos salpican las estancias entre cuadros de personajes populares y famosos como el dirigente de Fenosa Julián Trincado colgado junto a otros más humildes como Pepiño O Coheteiro. Ricos y pobres miran al visitante desde las paredes de A Mangallona, donde los deshumidificadores no paran de trabajar para mantener en buen estado los lienzos.
En estos edificios Camilo Camaño exhibe 3.000 cuadros y obras de arte y antigüedades. El autor se ha prodigado en técnicas diversas y desde el dibujo inicial ha cultivado la tinta, el óleo sobre madera o lienzo y la escultra. «Recuerdo que le robaba a mi madre las sábanas para pintar».
Ahora la Casa da Mangallona está cerrada al público porque el autor mantiene en funcionamiento cuatro exposiciones en las que figuran una parte significativa de sus obras. «Espero poder reabrir la casa en febrero».
Caamaño guarda colecciones impresionantes de plumas, libros y hasta fósiles. «Mira lo que pesa» dice mientras tiende una mandíbula de ictiosaurio de 300 millones de años. La naturaleza de los restos está certificada por la Universidad de Stellenbosch (Sudáfrica). El fósil apareció en las redes de un pesquero gallego que estaba faenando en aguas australes.
DNI. Camilo Camaño nació hace 65 años en Coiro (Cangas).
Premios. Ha tenido una grna cantida dde distintciones dpor su trabajo, entrellas medallas del gobierno de Quebec y Cuba.
Luchador. Camaño usa el arte como mensaje de paz y justicia