«Me avisaron de que no me estresara tras la operación de corazón, pero esta invasión de moscas es imposible»

Monica Torres
mónica torres OIA / LA VOZ

BAIONA

Oia

Un matrimonio de Oia combate una plaga de insectos con una aspiradora

31 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Maximino Cerqueira y Ángeles Prado no han podido volver a descansar desde que la Vuelta Ciclista a España llegó a Baiona. Este matrimonio de Oia explica que el mismo día en que el pelotón ciclista pasó por delante de su casa una gran nube de moscas se instaló detrás. «Ya hubo insectos en otras ocasiones, pero nunca nada así. Desde la Vuelta hay un enjambre de moscas y no sabemos cómo luchar contra ellas», advierten. Piden ayuda porque «sinceramente, no sabemos ya qué hacer, estamos todo el día con el aspirador», aseguran. Su situación es compleja porque ambos arrastran problemas de salud y la plaga les está pasando factura.

«Me avisaron de que no me estresara tras operarme del corazón, pero con esta invasión de moscas es imposible», lamenta Maximino. Hace tan solo quince días que tuvo que someterse a una intervención. No no solo está estresado por las moscas, sino también por la falta de descanso. Ángeles tiene problemas de respiración, por lo que tampoco pueden utilizar espray ni insecticidas (pueden resultar tóxicos para ellos), así que han tenido que tirar de ingenio. Además de las habituales tiras de pegamento para colgar del techo, que se tiñen de negro en cuestión de horas, utilizan la aspiradora como arma de combate. «Vamos recogiendo todas las que podemos con la aspiradora, pero esto nunca se acaba. Estamos muy estresados», insiste este matrimonio, de 71 y 75 años.

«Así no podemos seguir, necesitamos que nos ayude alguna administración», dicen sin soltar la pala, con las que cazan al vuelo algunos ejemplares, ni el tubo con el que las aspiran. Tienen mosquiteras en todas las ventanas. «Antes aún nos podíamos poner en el porche para refrescarnos, pero ahora es imposible», afirma la pareja, que vive a escasos 300 metros de la casa de Luis Vicente y Tina, que el año pasado combatieron las moscas con soplete. Sus vecinos las queman y ellos las aspiran. Los primeros las barren para tirarlas a la basura mientras que Maximino y Ángeles las introducen directamente en la bolsa de la aspiradora. En los dos domicilios advertían del estrés diario.

En Tomiño, la plaga ha dado una tregua en verano. Pero en Oia continúa. «De noche ya no duermo pensando en las moscas. No podemos abrir las ventanas y por la puerta hay que entrar de lado para que no entren, es un sinvivir», manifiestan.

Mos se pertrecha con una escopeta y con trajes para erradicar la velutina

Guerra sin cuartel en Mos contra la velutina. El Concello acaba de recibir un nuevo envío de material de la Xunta para luchar contra esta invasora que diezma las colmenas. El nuevo equipamiento asciende a casi 6.000 euros y forma parte de la campaña municipal para combatir a esta especie. En febrero repartieron 400 trampas entre vecinos y apicultores para capturar las reinas y evitar así la multiplicación de nuevos nidos. Ahora disponen además de trajes buzo de protección para los operarios de emergencias, una escopeta marcadora con todos los accesorios, una pértiga extensible para poder llegar a los lugares más recónditos y termos para las balas. El lote incluye aerosoles e insecticidas concentrados, explicaron los ediles de Medio Ambiente y Emerxencias, Laura Méndez y Leo Costas, respectivamente. En los últimos tres años se han colocado 1.200 trampas a razón de 120 por cada una de las diez parroquias que conforman e municipio mosense.