Vecinos de O Val Miñor se manifiestan por la baja temperatura de la piscina mancomunada

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«Llevo un mes sin poder ir porque tengo infección de orina con el agua fría», advierte una usuaria. La Mancomunidad estudia abrir un expediente sancionador a la concesionaria

14 nov 2022 . Actualizado a las 14:09 h.

Más de medio centenar de vecinos de O Val Miñor se han concentrado este lunes ante las puertas del Concello de Baiona para seguir de cerca la reunión de portavoces en la que se decidirá sobre la posible apertura de un expediente sancionador contra Serviocio, la empresa concesionaria de la piscina pública mancomunada. El principal motivo de las reclamaciones es la bajada de la temperatura del agua, «a menos de 25 grados», con los consiguientes problemas para los usuarios. No es la primera vez que se produce una situación similar, pero esta vez y, ante las reiteradas quejas de los usuarios, la mancomunidad ha decidido reunirse de urgencias para estudiar las medidas a tomar.

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En agosto y, tras el primer conflicto con los usuarios, la Mancomunidad ya puso en marcha un expediente para no ampliar la concesión del servicio con la empresa más allá del 2023, ejercicio en que remata. 

«Llevo un mes sin poder ir porque tengo infección de orina con el agua fría», advierte Manuela Brianes, de 77 años.

Es una de las usuarias de este servicio al que acuden niños y mayores de todas las edades desde hace años. Explica que tendrá que estar otro mes sin poder acudir a la piscina por el tratamiento y que se trata de un problema recurrente. «Me mata el agua fría y, a todas las personas que tenemos problemas de infección de orina», resalta esta afectada. Eudosia Pérez indica que la semana pasada ya presentaron 70 firmas en el Concello de Nigrán pidiendo una solución que se mantenga en el tiempo tras varias jornadas de manifestaciones ante las instalaciones, ubicadas en A Ramallosa. 

«Los fallos comenzaron hace ya un año, pero, a raíz de la crisis energética, todo fue a peor y, lo que más nos molesta es que bajan la temperatura sin previo aviso», señala María Dolores González, usuaria desde hace ocho años del servicio. Advierten que los 25 grados a los que aseguran que está el agua, pasa factura, «especialmente a los niños, que están saliendo morados con hipotermia y los padres no tienen la necesidad de comprar neoprenos». «Nosotros pagamos por una piscina climatizada y vamos, unos por salud y otros por los niños. Si necesito neopreno me voy al mar», afirma. Reclaman que la temperatura del agua vuelva a estar a 28 grados.