Mientras se ultima un plan para rehabilitar el monumento por los desprendimientos, el Concello de Baiona precinta la barandilla de acceso y tramita un muro con urgencia
25 oct 2021 . Actualizado a las 23:30 h.La barandilla de acceso al monte Sansón, presidido por la monumental Virgen de la Roca, ha perdido de tal manera su estabilidad a causa de la corrosión que el Concello de Baiona ha decidido precintarla para evitar posibles caídas de los viandantes que se pudiesen apoyar en ella. El sendero de madera sostenido por postes sobre la ladera está expuesto a que ante un desprendimiento de las piezas metálicas que conforman la estructura, que en algunos puntos ya han cedido, el peligro de caída sea alta en un acceso al monte que está situado a 100 metros sobre el nivel del mar.
El alcalde de Baiona, Carlos Gómez, explicó que se decidió señalizar toda la baranda «preocupados por el estado de deterioro», mientras que gobierno local y Diputación ultiman una actuación conjunta para mejorar las condiciones del enclave. «Ya hay un acuerdo con la Diputación para poder cambiar todo el acceso. Consideramos que la pasarela voladiza no es la mejor opción, así que nos planteamos construir un muro de contención sobre el que asentar un paso seguro y duradero, posiblemente en piedra o baldosa y que ya se está tramitando su urgencia para acelerar los plazos», indica el regidor baionés. Gómez recordó que los terrenos sobre los que se asienta el paso no son del Concello. «La Diputación asumirá la pasarela pero tenemos que consensuar con la comunidad de montes la posible desafección para ejecutar la intervención», explica el alcalde.
La pasarela está ubicada en la calle Virgen de la Roca y es la única zona de paso segura sobre la carretera EP-2202, en un tramo sin aceras. La mayor afluencia de visitantes se registra en el verano, pero durante todo el año se utiliza este paso porque es también el acceso peatonal a la zona recreativa y al instituto de la villa.
Sobre el monte Sansón se levanta la virgen pétrea de Antonio Palacios, de 15 metros de envergadura y que sostiene en su mano un barco que hace las veces de mirador. Hace dos meses que parte del frontal está también vallado tras el desprendimiento de una lasca del manto de la virgen.
Expertos de Proyecto Arte, empresa que rehabilitó la corona del conjunto hace siete años, hicieron una inspección a finales de septiembre. El edil de Urbanismo, Víctor Muñoz, confirmó que no había peligro inminente de nuevos desprendimientos, pero la revisión evidenció la necesidad de someter el monumento a los infrarrojos de cámaras térmicas para detectar posible grietas internas. «Se han pedido dos presupuestos a empresas especializadas en restauración pero el sector de la construcción está saturado y aún no hemos recibido sus propuestas», confirmó el edil. Muñoz destacó que se trata de una actuación muy compleja ya solo por la colocación del andamiaje. «Además de arreglar la lasca, queremos un diagnóstico minucioso del monumento para diseñar un plan de mantenimiento que nos permita hacer reservas de crédito».